Cuotas en acción
El miércoles se publicó en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto 302/2004, de 20 de febrero, sobre cuotas participativas de las cajas de ahorro, con el que se concluye la regulación de este instrumento de captación de recursos propios para estas entidades, tras la importante reforma a la que le había sometido la Ley 44/2002, de 22 de noviembre, de medidas de reforma del sistema financiero.
Esto pone a disposición de las cajas una posibilidad más de reforzar su solvencia, en un momento en que se ha debilitado, no tanto porque vayan mal, que no es el caso, sino por lo contrario, porque su negocio ha crecido mucho más rápido que sus recursos propios. En este sentido, las cuotas participativas pueden tener efectos multiplicadores de las posibilidades de utilización de las restantes modalidades de captación de recursos propios externos de que disponen las cajas.
Las cuotas participativas van a someter al escrutinio de los mercados la calidad de la gestión de las entidades emisoras
Al tiempo, este instrumento, que debe cotizar en un mercado organizado de renta variable, pone a disposición del inversor unos valores que le permitirán posicionarse, en cuanto a derechos económicos, sobre las cajas en forma muy similar a los accionistas ordinarios de los bancos, pero sin los derechos políticos de éstos, que, por otra parte, muchos no ejercen, al no asistir a sus juntas generales.
Esa misma cotización someterá a la caja emisora al escrutinio de los mercados de renta variable, obviamente en su valoración día a día, pero también en lo referente a su gestión, una posibilidad que no debería crear ninguna preocupación en el seno del sector, dada la positiva trayectoria que viene registrando desde hace años.
Mientras no es previsible que, inicialmente, muchas cajas emitan cuotas participativas, al menos en las circunstancias actuales, no cabe duda de que con este instrumento las cajas disponen de una interesante opción para reforzar sus recursos propios, que, como toda opción, siempre tiene algún valor mientras no se agote el periodo previsto para su ejercicio, que en este caso es, en principio, toda la vida de la caja emisora.
Marianela Moreno y Francisco J. Valero son miembros de Analistas Financieros Internacionales.
