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Reportaje:

La 'letra pequeña' del contrato de Aguirre

La presidenta de la Comunidad, en sus primeros 100 días, ha desinflado algunas de sus promesas electorales más llamativas

Antonio Jiménez Barca

Esperanza Aguirre, del PP, no se cansó de afirmar en la pasada campaña electoral que, para ella, las promesas electorales (brigadas especiales de seguridad, operaciones en menos de 30 días...) constituyen un contrato firmado con los ciudadanos. Lo que no dijo entonces es que esos contratos escondían una letra pequeña que sólo ella conocía (no habrá brigadas Bescam, sino policías locales, sólo garantiza una espera máxima de 30 para operarte quirúrgicamente si padeces de juanetes o varices...). En los primeros 100 días de Gobierno, la presidenta de la Comunidad se ha caracterizado por desinflar sus promesas electorales más importantes, desvirtuándolas declaración tras declaración. Éstas son las principales promesas rebajadas de la presidenta:

Las brigadas policiales han pasado 'a la reserva' antes de entrar en acción
El programa del PP decía que el hospital iría en Parla. Ahora, eso no está tan claro

- De las brigadas a las patrullas de toda la vida. Para conjurar las críticas de la oposición sobre la inseguridad callejera, Aguirre prometió la creación de las Bescam, pomposas siglas que aludían a las no menos pomposas Brigadas Especiales de Seguridad Ciudadana. "No es un proyecto arriesgado, se trata de una propuesta sensata", señalaba Aguirre antes de las elecciones del pasado 26 de octubre. Se trataba de una suerte de cuerpo policial semiautónomo, dependiente de la Comunidad, con 2.500 agentes propios, vehículos propios, sedes propias, sueldos propios... Esto de los sueldos acarreó, una vez ganadas las elecciones, las primeras objeciones: ¿Cómo iban a cobrar más unos policías que otros estando en el mismo municipio? A esto se añadió que el ministro del Interior, Ángel Acebes, no veía con buenos ojos tanta dispersión de mandos. Conclusión: las brigadas de Aguirre han pasado a la reserva antes de entrar en acción. A pesar de su promesa, y de que las Bescam figuraban en el programa electoral, la presidenta decía el 25 de febrero que se olvidaba de sus brigadas y que repartiría el dinero previsto para ellas (4,7 millones de euros este año) entre los ayuntamientos para que contratasen más policías municipales... de los de toda la vida. "Realmente, da igual como se llamen [los policías]", dijo Aguirre para justificar un patinazo que ha dejado en posición incómoda a su consejero de Interior, Alfredo Prada.

- De la operación quirúrgica al juanete. La presidenta lanzó el 9 de mayo en Telemadrid un órdago electoral: "Si en dos años, algún madrileño tiene que esperar más de 30 días para ser operado, yo dimito de la presidencia del Gobierno". Sin embargo, el miércoles, en Pontevedra, matizaba: "Yo me comprometí a que las operaciones como las cataratas o los juanetes, por ejemplo, aquellas que no tienen complejidad pero que son muy molestas para los ciudadanos que las sufren..., en ésas me comprometí a que yo iba a reducir la lista de espera en un mes. Y que si transcurridos dos años [que se cumplen en noviembre de 2005] un madrileño tenía que esperar más de un mes, entonces yo dimitiría. Eso es lo único que yo he dicho". Unos días antes, la presidenta había revolucionado la vida política regional -y nacional, dado lo sensible de los nervios políticos ante la cercanía de las elecciones generales del 14-M- al asegurar que "sólo los censados en Madrid" computarán en las lista de espera y, por tanto, en su promesa-contrato de dimitir. En su página 103, el programa electoral del PP, la letra grande del contrato, es tajante y claro: "Con carácter general, se asegurará que ningún paciente espere más de 30 días para que se le realice la operación prescrita por su médico".

- Del Hospital del Sur en Parla, al hospital del sur, a secas. El programa también era muy preciso, en su página 119, sobre una cuestión particular: "El Hospital del Sur estará situado en Parla". Pues ya no. El martes 24 de febrero, precisamente en Parla, Aguirre se sacó de la manga la letra pequeña ante los vecinos que exigían su prometido hospital: "Hay varias candidaturas: Parla, Pinto y Valdemoro. Irá donde digan los técnicos. No hay otra opción".

- Del teatro del Canal, a proyecto demasiado caro. En una carta remitida a cada vecino de Chamberí antes de las elecciones de mayo, Aguirre aseguraba: "Tal vez te sorprenda, pero yo habría preferido que leyeses esta carta dentro de cinco años. ¿Por qué? Porque en vez de contarte que vamos a construir un teatro, ya se representarían obras en el Teatro del Canal". También en el programa electoral (página 242) figuraba la construcción de este teatro, puesto en marcha el anterior presidente, Alberto Ruiz-Gallardón. A principios del pasado enero, sin embargo, fuentes del Gobierno regional aseguraron que estudiaban olvidarse del centro "porque era caro y no prioritario". Ante las críticas, Aguirre reculó y declaró que las obras continuarían. Aunque tampoco especificó esta vez si esta promesa también tiene letra pequeña.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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