"Autonomía de cálculo"

La Universitat de València presentó ayer a César, un superordenador destinado a la investigación científica con una capacidad de cálculo de 480 Gigaflots -es decir, "capaz de realizar 400 mil millones de instrucciones en un segundo", según precisó el director del centro de informática, José Antonio Vázquez- lo que le convierte, por añadidura, "en el más potente del sistema universitario nacional, en este momento", sólo superado en España por el Centro de Supercomputación de Galicia (en el puesto 227 del Top 500 de ordenadores más potentes del mundo) y los de las empresas T-Systems y Vodafone (que ocupan el 310 y el 312, respectivamente)

Con todo, y con independencia del "avance cuantitativo" que supone la adquisición a Silicon Graphics del último procesador puesto en mercado el año pasado -el SGI Altix 3000 con 104 procesadores y 222 Gigabytes de memoria principal, basado en el sistema operativo Linnux- el rector Francisco Tomás hizo hincapié ayer en el "salto cualitativo" que supone la instalación de César en el campus universitario de Burjassot respecto a la "autonomía de cálculo" de que dispondrán los grupos de investigación valencianos. "Hasta ahora los cálculos de Astrofísica se realizaban en Reino Unido, y ahora se van a poder hacer aquí"

De esta manera, los grupos de investigación, y concretamente de las tres ramas de investigación más potentes de la universidad valenciana -astrofísica, física y química- computacional, explicó Tomás en conferencia de prensa, podrán analizar a partir de ahora "la emisión de fenómenos como la radiación gravitatoria generada por fuentes astrofísicas (como supernovas y agujeros negros) o cosmológicas detectadas por cualquiera de los observatorios de ondas gravitatorias terrestres (instalados en Europa, Estados Unidos o Japón), como de los observatorios espaciales en marcha, como por ejemplo la misión LISA de la NASA".

El hecho de que se puedan realizar "cálculos astronómicos a una velocidad de cien mil millones de operaciones por segundo", añadió el director del departamento de Astronomía y Astrofísica, José María Ibáñez, "permitirá recrear el Universo con gran precisión". De forma, ejemplificó, que "se podrán estudiar escenarios como la formación de gigantescas estructuras que dan origen a los cúmulos de galaxias, o los fenómenos violentos que conducen a eyecciones de plasma, a velocidades ultrarelativistas, que emanan desde los núcleos de luz y se extienden a distancias de millones de años luz".

La adquisición de César supone una inversión de 1,6 millones de euros, financiada mediante un crédito de 1,3 millones del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y el resto cofinanciado por la Universitat y la Generalitat. "La arquitectura de este supercluster Altix", añadió el responsable de investigación de SGI, Narcís Fornés, permite además "trabajar en cualquier modelo de programación conocido (monoprocesador o en paralelo, con MPI, PVM o OpenMP) resultando extremadamente fácil encontrar aplicaciones que funcionen, sin coste de licencia, al estar basado en el sistema operativo Linnux". Otra de las claves que han primado en la selección, puntualizó el vicerrector Vicente Cerverón, ha sido la "flexibilidad de su arquitectura de memoria que permite compartirla con otros procesadores" y la "apuesta" de la universidad por el software libre, no sólo como herramienta de trabajo, sino como instrumento para el desarrollo de aplicaciones propias.