Aguirre planea que el metro adelante 90 minutos su cierre entre domingo y jueves

El Gobierno regional quiere reducir el servicio del metro de domingo a jueves, de tal manera que el último tren salga a las doce de la noche, en vez de a la 1.30, como sucede ahora. El horario, en cambio, se ampliará los viernes y los sábados, y habrá metro durante las 24 horas de ambos días. Francisco Granados, consejero de Transportes e Infraestructuras, ha solicitado un informe sobre las repercusiones que tendrá esta variación de horarios. Granados pretende paliar esta reducción de servicio incrementando el número de autobuses que circulen a partir de la medianoche.

Metro confirmó ayer que los estudios para la remodelación de los horarios se encuentran ya muy avanzados y que se pondrán en marcha lo antes posible. "Esperamos tener todos los informes técnicos la próxima semana. Y a continuación nos podremos a negociar con los sindicatos las necesidades de servicio", precisaron.

El Gobierno regional pretende unir, por un lado, la ampliación de los horarios el viernes y el sábado a las 24 horas, con el recorte en el servicio de domingo a jueves, por otro. El argumento que utiliza para realizar estas modificaciones se basa en datos. Según las cifras que maneja Francisco Granados, consejero de Transporte e Infraestructuras, a partir de las doce de la noche de domingo a jueves sólo utilizan el suburbano alrededor de 15.000 personas, de los tres millones de viajes que se realizan a lo largo del día en los 230 kilómetros de la red de transporte. "El servicio no es rentable a partir de las doce de la noche. Por eso, lo que tenemos que hacer es adecuar los horarios a las necesidades de los usuarios", precisan fuentes de Metro.

Estudio

Para que los viajeros no se resientan por el recorte del servicio nocturno, el Gobierno regional pretende reforzar el número de autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Técnicos del Consorcio de Transportes elaboran estos días un estudio sobre qué líneas del metro son las más utilizadas a partir de las doce de la noche para incrementar en esas zonas el número de autobuses.

Según la idea de Granados, el servicio de autobuses se incrementará teniendo en cuenta las necesidades de los viajeros a esas horas de la noche, por lo que las líneas habituales pueden sufrir variaciones para que lleguen allí adonde los usuarios lo necesiten.

En declaraciones a EL PAÍS, Granados explicó el pasado sábado que espera poner en marcha los nuevos horarios del servicio de metro antes de que acabe el presente año. Ayer, fuentes de la negociación precisaron que en verano podrán estar ya en marcha. La intención de Granados es que la ampliación del horario los viernes y los sábados entre en vigor a la vez que el recorte de servicio de domingo a jueves. Para eso, es necesario contar con el respaldo de los sindicatos.

Ayer, Fernando Chicharro, secretario general de UGT-Metro, se mostró receptivo a los planes del Gobierno regional siempre y cuando se garantice el servicio de transporte a los usuarios. "No nos oponemos a que el horario se recorte si a cambio los viajeros tienen otras fórmulas de transporte alternativo. Estamos dispuestos a negociar este asunto, pero teniendo en cuenta que el cambio de horarios también debe estudiarse desde otros aspectos, como el problema de la inseguridad, casi violencia, que se registra en el metro", dice Chicharro.

Según el responsable de UGT-Metro, abrir el servicio durante las 24 horas de todos los viernes y sábados debería ir acompañado de un refuerzo de la seguridad en las líneas. "En los últimos meses, la situación ha empeorado hasta límites preocupantes y es necesario que se adopten medidas para acabar con este incremento de la inseguridad, tanto para los viajeros como para los trabajadores del metro".

Granados avanza también estos días en los estudios para comenzar a construir los 73 kilómetros de red prometidos por la presidenta Esperanza Aguirre en la campaña electoral. Granados pretende que en tres meses se inicien las obras del suburbano a Vallecas y que en septiembre todas las líneas prometidas por el Gobierno regional estén ya en obras. Para entonces, la Consejería de Infraestructuras y Transportes espera ya tener resuelta la financiación del metro a la segunda terminal del aeropuerto de Barajas (ésta entrará en servicio dentro de un año). El proyecto de esta ampliación está acabado y lo que Aguirre intenta es que una empresa concesionaria se haga cargo de su explotación. Este modelo de gestión se utilizará también en otros tramos. En el caso del metro a la segunda terminal del aeropuerto de Barajas, Granados cree que es oportuno, además, incrementar la tarifa del billete porque este metro no se trata de una "obra social".