Rectificar es de sabios

Ante los perjuicios que está provocando la existencia de cinco vías en la misma dirección para el tráfico rodado implantadas en el paseo de Santa María de la Cabeza, al principio del mismo, sin que de un carril pueda pasarse al aledaño, invito a la autoridad que corresponda a que dedique un espacio de su valioso tiempo a estudiar si merece la pena reponer su antigua estructura, es decir, que la embocadura, en vez de quedar donde se ha puesto, se suprima y al túnel se acceda desde el que se está construyendo: desde el tubo de la risa. Y, de este modo, se atravesaría la glorieta de Carlos V de forma subterránea.

Por favor, vuelvan ustedes a soterrar la parte inicial del paseo para recuperar su antigua ordenación. Rectificar es de sabios.- Ángeles D. J. Jacobo. Madrid.

Un conejo en la chistera

Doña Esperanza Aguirre se acaba de sacar un nuevo conejo de la chistera. Vayan acostumbrándose a estos numeritos de magia. Ya no dimitirá si no son madrileños los que esperan más de 30 días una intervención quirúrgica previamente programada.

Como no hay evidencia de que en los madrileños las hernias sean más traicioneras, las cataratas más neblinosas y los cálculos biliares más afilados, habrá que pensar que otros motivos no científicos han movido a nuestra presidenta a advertirnos de que de ahora en adelante habrá clases y categorías en lo que a asistencia sanitaria pública se refiere.

En primera viajarán los madrileños. De momento, los censados. Pero cuidadito, porque como no cuadren las cifras podrían acabar exigiendo un certificado de nacimiento de hasta dos generaciones a todo aquel que quisiera aliviarse de las inclemencias de un juanete. En el vagón de segunda, los desplazados de otras comunidades. Son estos pacientes que por más que lo insinúe el diputado Beteta no buscan el cese premeditado de la presidenta, sino la cercanía y los cuidados complementarios de sus hijos y familiares en el momento de la enfermedad. De momento no conozco casos que demuestren el intrusismo de Ibarra, Bono y Chaves mandando a la mesa de operaciones a ciudadanos de sus comunidades con el objetivo de colapsar la sanidad madrileña (el diputado Beteta debería cesar si no logra mantener con datos sus perversas insinuaciones). Y en el vagón de cola, los inmigrantes. Ese 12% de la población que permiten con su mano de obra barata la prosperidad económica de la que tanto alardea el PP y que, total, no votan, dirá la presidenta Aguirre.

Dentro de cuatro años de la sanidad pública no quedará ni rastro. El PP, con la pasividad de muchos, habrá liquidado una de las herramientas más poderosas de cohesión y equidad social.Ah!, el próximo gazapo en la chistera: los nuevos hospitales se construirán mediante concesiones privadas. ¿Qué se apuestan?