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Los mejores días de Lo Pelat

Iván de la Peña recibe elogios en el Espanyol por su fútbol, implicación y liderazgo

A Lo Pelat le llueven los parabienes desde que en noviembre se reenganchó al fútbol competitivo después de un verano en Babia por culpa de unos 60.000 euros, los que le negó el Espanyol en las negociaciones para renovar un contrato que se había ganado de forma indiscutible en un año de mucho trabajo. Futbolista luminoso en los partidos más calurosos, el pasado domingo ante el Valencia se marcó un partidazo en la nieve, presidido por un pase primoroso con el exterior del pie derecho que supuso el primer gol de Tamudo, con quien forma en Montjuïc una sociedad tan productiva como la que integró en su día en el Barcelona con Ronaldo. Iván de la Peña y Ronaldo conquistaron el estadio Olímpico en agosto de 1996, en la ida de una Supercopa volcánica que enfrentó al Barça y al Atlético (5-2), y desde entonces la relación del jugador cántabro con Montjuïc ha sido especialmente feliz.

"Iván es un fenómeno", sentenció el propio Tamudo después de abatir al Valencia. "Es un privilegio que juegue con nosotros". Tan encantado está el Espanyol con Lo Pelat que, sin saber todavía si será capaz de mantener la categoría, ya le ha ofrecido la renovación de su contrato. "Iván es una de mis apuestas", insistió ayer Luis Fernández. "A la que fiché por el Espanyol di el visto bueno para su vuelta y no me ha defraudado", prosiguió. "Es un jugador diferente, con un talento y un genio especial, como lo son también Zidane, Aimar o Ronaldinho. Ve la jugada rápidamente, y pertenece a esta clase de futbolistas que dan otra cosa al equipo". Y remachó: "Si en todos los equipos que he entrenado hubiera podido contar con De la Peña, seguro que habría ganado más partidos y más títulos".

Por vez primera, al menos que se sepa públicamente, Lo Pelat se lleva de perlas con un entrenador. En el Barça, compareció liderando una quinta exquisita, que completaban Quique Álvarez y Roger, hoy en el Villareal, Albert Celades, cedido por el Madrid al Girondins de Burdeos, Toni Velamazán, con el que comparte vestuario en Montjuïc, y Juan Carlos Moreno, en el Numancia.Fue la última apuesta de Johan Cruyff, que le trató con tanta exigencia que no fueron pocas las veces que, por quererle bien, le hizo llorar.

"Trataron de enfrentarnos, pero yo sabía que sólo buscaba ayudarme", asegura Iván al mirar atrás, sin duda en señalar a Johan como el maestro del que más aprendió. El año que pasó con Robson acabó jugando como titular después de una reunión entre Popescu y el técnico: "Mister le agradezco la confianza, pero para hacer lo que me me pide, mejor que ponga a Iván", le confesó el rumano, apoyado por el sentir generalizado del vestuario. Y acabó liderando a un equipo historico, "el mejor en el que jamás haya jugado", según acepta a día de hoy.

Van Gaal acabó por largarlo y se fue al calcio. Jugó poco o nada y cedido, emigró a Marsella, donde una lesión le negó minutos. Curiosamente, con Javier Clemente, que contó con él para los Juegos Olímpicos de Atlanta y le cerró después el salto a la absoluta en su época de seleccionador, se encuentran en el Espanyol, la pasada temporada. Ha sido, sin embargo, Fernández quien más le ha comprendido frente a los técnicos que cuestionaron su alineación por el desequilibrio que representaba alinear a un futbolista que sólo atacaba y jamás defendía.

Fernández le ha eximido de tareas de cobertura y le ha blindado con una línea de centrocampistas muy físicos. En el vestuario circula un comentario jocoso, sin malicia: "Él juega y los negros trabajan para él". Los negros, Wome y Fredson, son los primeros en asumir su condición de escuderos y en reir la gracia.

Juega el Espanyol con un portero y siete jugadores por detrás del balón y tres puntas: Hadji, Iván de la Peña y Tamudo. Aún cuando el equipo blanquiazul está en zona de descenso, nadie discute a Lo Pelat, que suma hasta ocho asistencias en catorce partidos. Iván es titular indiscutible, únicamente se le cambia para que le aplaudan y difícilmente se lesiona, puesto que el partido que se perdió fue por lesión después de ser expulsado contra el Barça.

Por lo demás, dicen que Lo Pelat es divertidísimo y un buen conversador.

SCIAMMARELLA

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