Por la reinserción social de los presos

Detrás del rimbombante todo va bien viene la letra menuda de la realidad ejecutiva del partido que ostenta el poder con una mayoría absoluta que ejerce a conciencia. Realidad ejecutiva de la que el ciudadano no se entera, a no ser que esté involucrado en actividades que tropiecen con esta realidad.

Diez personas de la ONG La Tercera Edad para el Tercer Mundo formamos parte de los 800 voluntarios barceloneses que trabajamos en prisiones, y hemos visto como nuestra actividad en la labor de reinserción social, meta de un nuevo Código Penal de entre los mejores del mundo, ha ido siendo cercenada en aras de la seguridad, objetivo primordial que el Gobierno ha impuesto como consecuencia de la obsesión antiterrorista de su política.

Además, en la primera reunión de voluntarios con el nuevo equipo del Departamento de Justicia del Gobierno de Cataluña nos enteramos de que en el último año el Gobierno central ha dictado 100 nuevas leyes o decretos ley, lo cual ha disminuido los avances del nuevo Código Penal. Además, en este enjambre de leyes interrelacionadas entre sí, han restablecido, de facto, la cadena perpetua.

Claro, se trata de internos (antiguos presos). ¿A quién le interesa el futuro de estos delincuentes, aparte de a ellos, a sus familiares y a estos cientos de chalados voluntarios que trabajamos por su posible reinserción social? ¿Qué partido político tiene las agallas de hablar, y preocuparse, por y del futuro de esta bolsa de marginados sociales?

Doy un cero a la sociedad que mira hacia otro lado cuando se habla de estos asuntos, y un cero más gordo aún, a Gobiernos que fomenten, directa o indirectamente, estas actitudes.