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Una oleada de ataques contra chiíes causa más de 180 muertos en Irak

Otro atentado mata a 42 personas en la misma fiesta religiosa en Pakistán

Ángeles Espinosa

Irak vivió ayer la jornada más sangrienta desde el fin de la guerra. Una oleada de ataques sincronizados con bombas y fuego de mortero causó 182 muertos y más de 500 heridos en las ciudades de Kerbala y Bagdad. El objetivo eran los peregrinos chiíes que conmemoraban, por primera vez en libertad, la fiesta de la Achura, uno de los días sagrados de esta rama del islam, mayoritaria en Irak. Poco después, en Quetta (Pakistán), una procesión de chiíes que también recordaban la muerte del imam Husein, nieto de Mahoma, fue atacada y ametrallada. Al menos 42 personas murieron y 150 resultaron heridas.

"¡Oh, Husein! ¡Oh, Husein!", invocaban ayer cientos de chiíes mientras buscaban resguardo de las explosiones que parecían sucederse sin fin en las callejuelas adyacentes al mausoleo del imam Husein. Eran poco más de las diez de la mañana y centenares de miles de peregrinos abarrotaban el centro de Kerbala con motivo de la Achura. Al ritmo cadencioso de los golpes en el pecho le sucedió un breve silencio y, enseguida, las sirenas de las ambulancias y la policía. A la misma hora, en Bagdad, un atentado similar violaba el recinto sagrado de la Kadhumiya. En total, 182 muertos y más de 500 heridos, el día más sangriento de la posguerra iraquí. El Consejo de Gobierno declaró tres jornadas de luto y pospuso la firma de la Constitución, prevista para hoy.

Desde el amanecer, una marea humana se había ido sumando a los cientos de miles de peregrinos que ya se encontraban en Kerbala para el duelo. En la puerta principal del santuario, una fuente que manaba sangre pretendía ser un símbolo, no una premonición. La Achura conmemora la muerte violenta hace 14 siglos de Husein, tercer califa chií y uno de los hombres santos de esa comunidad. Algunos penitentes derramaban su propia sangre haciéndose cortes en la cabeza con una espada.

Fieles chiíes caminan entre restos de cadáveres tras el atentado de ayer en Kerbala, durante su fiesta religiosa.
Fieles chiíes caminan entre restos de cadáveres tras el atentado de ayer en Kerbala, durante su fiesta religiosa.AP

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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