El virus de la violencia

Es necesario acabar con la violencia en el deporte y, sobre todo, con la que genera el mundo del fútbol. Ésta fue una de las ideas que se oyeron ayer en el Aula Magna de la Universidad de Jaén, donde se inauguró el curso Agresión y conductas violentas en diferentes contextos sociales, que abordó, durante su primera jornada, la violencia en el ámbito deportivo.

En el acto participaron, entre otros, el presidente de la ONG Movimento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra; el entrenador del Atlético de Madrid, Gregorio Manzano; el ex seleccionador nacional de baloncesto, Javier Imbroda, y el seleccionador de balonmano, César Argilés.

Ibarra adelantó que la violencia en el deporte es "un cáncer que muchos prefieren ignorar". En este sentido, denunció la pasividad de las instituciones y, sobre todo, de los responsables de los equipos de fútbol, que no sólo financian sino que, en muchas ocasiones, llegan a albergar en sus propias instalaciones a los grupos ultras. "En estas asociaciones se cobijan violentos skin de la ultraderecha, vinculados a grupos neonazis y fascistas que se organizan a través de Internet en redes internacionales", subrayó Ibarra. Hace diez años, sólo nueve equipos de fútbol contaban con grupos ultras entre su hinchada. Hoy día, prácticamente la totalidad de los clubes profesionales cuentan con secciones violentas organizadas.

Según señaló, la solución pasa por la educación en valores y, especialmente, por hacer cumplir la ley que prohíbe el anonimato en el asociacionismo de estos grupos y la exhibición de cualquier signo anticonstitucional, que se muestran con frecuencia en los campos de fútbol antes millones de telespectadores. En este sentido, destacó al responsable del F.C. Barcelona Joan la Porta por tener la valentía de empezar a desvincular a su equipo de los grupos violentos.

Javier Imbroda reconoció "cierta complicidad" entre algunos de los dirigentes de clubes deportivos y grupos violentos. "Ellos mismos han alimentado a un monstruo que no se sabe por dónde va a salir", advirtió Imbroda, quien insistió en la necesidad de ir más allá de la "pura reflexión para empezar a actuar de forma real".

Gregorio Manzano condenó todo tipo de violencia. "El fútbol, como cualquier otro deporte, debe generar sólo pasiones sanas", indicó el entrenador del Atlético de Madrid al tiempo que consideró los actos violentos vinculados a grupos ultras como "algo aislado y en retroceso".

El seleccionador de balonmano, César Argilés, reconoció los "virus" introducidos en el deporte por una sociedad caracterizada por la violencia. "El ser un jugador agresivo tiene connotaciones positivas y hasta los propios modelos narrativos de los medios de comunicación, con su análisis en algunas ocasiones, no ayudan a erradicar las conductas violentas, sino a exaltarlas", comentó.

Los periodistas Antonio Oliver y José Manuel Estrada, que también participaron en la jornada de ayer, admitieron la responsabilidad de los medios de comunicación en la condena y aislamiento de los violentos que rodean el mundo del deporte.

Las jornadas, organizadas por la Universidad de Jaén, continúan hoy con el tema de las conductas violentas en el ámbito laboral.