El futuro de Santana Motor entra en campaña

El futuro de la factoría de Santana Motor, la planta automovilística de Linares (Jaén) de la que la Junta de Andalucía es el máximo accionista, planeó ayer por los actos de campaña electoral. La empresa perdió 23 millones de euros en 2002 y, sólo hace unos días Manuel Chaves desmentía una información de que su Gobierno estuviera planeando aplicar después del 14-M un plan de regulación de empleo a la mitad de los 631 trabajadores de plantilla. Así las cosas, el futuro de Santana concentró ayer en Jaén al propio Chaves; al candidato del Partido Popular por Jaén y al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el aspirante de Izquierda Unida a la Junta, Diego Valderas.

Montoro abrió fuego en Villanueva del Arzobispo (Jaén), donde aseguró que el Gobierno central hará "todo lo que esté en su mano" para garantizar el futuro de la firma automovilística (la antigua Suzuky), aunque indicó que es al Ejecutivo andaluz al que le toca poner en marcha "un plan de viabilidad con el que garantizar el presente y el futuro de Santana Motor". El ministro puso a esta factoría como "ejemplo" de que "determinadas ayudas no resuelven los problemas de las empresas", en referencia a las subvenciones otorgadas desde 1994, en ocasiones con críticas de la Unión Europea.

La Junta posee el casi el cien por cien del capital de Santana a través del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), cuyas cuentas están en números rojos precisamente por las pérdidas de la automovilística, según reconoció ayer el consejero andaluz de Empleo, José Antonio Vieira. Pero, pese a esto, Chaves ha insistido en que la factoría tiene futuro y en que "no hay ni intención ni negociación" para reducir la plantilla de la fábrica. Ayer mismo, acudió a Linares a ofrecer un mitin junto a Felipe González, donde reafirmó que la compañía tiene viabilidad.

Actualmente, el Ministerio de Defensa está sometiendo a pruebas en Cádiz al todoterreno Aníbal, en cuyo diseño y construcción participa Santana, y que compite con el Uro, de la compañía Urovesa. Este contrato supondría la construcción de 150 unidades anuales, durante cinco años.

También Valderas pidió a la Junta que se garanticen los derechos laborales de los trabajadores de las empresas auxiliares de Santana Motor. "La Junta tiene que cumplir los acuerdos que se planificaron hasta 2006 y que se amplíen las garantías de estabilidad y de igualdad en todo el sector a partir de esta fecha", dijo.