Vecinos del PAU de Carabanchel plantan árboles como protesta

Cerca de 2.000 vecinos del PAU de Carabanchel plantaron ayer una barrera de árboles para denunciar la "invasión del asfalto" que está sufriendo el nuevo barrio con la construcción de la M-45 y la R-5. Al acto, en el que se plantaron 300 plantas, acudieron la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Trinidad Jiménez, y la de IU, Inés Sabanés. Los vecinos advirtieron también de los niveles de contaminación acústica que hay en la zona.

El día acompañó y se alargó más de lo previsto entre árboles y reivindicaciones. Desde las once de la mañana y hasta pasada la una de la tarde, cerca de 2.000 vecinos del nuevo barrio de Carabanchel, enmarcada dentro del programa de actuación urbanística (PAU), plantaron una barrera de 300 árboles para reclamar más espacios verdes en la zona. Los vecinos recordaron que, cuando compraron sus viviendas, hace más de cuatro años, el Ayuntamiento les prometió que la zona contaría con un parque de cuatro kilómetros de extensión que sirviera de pantalla acústica frente a los ruidos generados por la M-40. El parque se ha visto reducido a 25 hectáreas.

La convocatoria de la arbolada contó con más asistentes de los esperados por los organizadores. Acompañados por una pancarta en la que se leía "Sí al parque Lineal, no a la ampliación de la M-40", los vecinos levantaron la barrera natural para hacer frente a la invasión de carreteras en la glorieta de acceso al PAU, en la avenida de Carabanchel Alto, a la altura de la salida 28 de la M-40.

Los 300 árboles fueron donados por Ecologistas en Acción y por la asociación ARBA. Además, las portavoces socialista y de IU en el Ayuntamiento que acudieron a la convocatoria, colaboraron con 10 pinos de grandes dimensiones. También asistieron el concejal socialista en la Junta Municipal de Carabanchel, Joaquín García Pontes, y el responsable de Seguridad de IU, Julio Misiego, así como miembros de la asociación ecologista y de la Federación de Municipios de Madrid.

En el PAU de Carabanchel está proyectada la construcción de 11.350 viviendas, de las que 2.000 están ya terminadas, a falta de las licencias de primera ocupación. Están concedidas otras 7.349 licencias de obras. El Ayuntamiento no puede conceder la primera ocupación porque todavía no se han concluido las obras de urbanización -alcantarillado, alumbrado público, conductos de gas y agua, asfaltado, etcétera-. La construcción de la barrera de árboles es otro de los actos de denuncia de las familias afectadas, que se quejan de los retrasos en las obras.

A la tardanza en la entrega de las casas, a los vecinos se les añade la problemática de la reducción de las zonas verdes previstas como consecuencia de las carreteras que los rodean. "La zona ha sido devorada por la M-45 y la R-5", denuncia Roberto Rodríguez, miembro de la plataforma del PAU de Carabanchel.

Además, Fomento tiene proyectada la construcción de dos nuevas vías de servicio que formarán parte de la ampliación de la segunda carretera de circunvalación. Estas vías quedarán a 15 metros escasos de algunas viviendas.

Llaves de cartón al alcalde

En el transcurso de la mañana de ayer miembros de la asociación de vecinos y de la plataforma PAU Carabanchel repartieron llaves de cartón, de unos 30 centímetros de longitud, con las que piensan acudir a una manifestación el próximo domingo día 7. Tienen previsto entregárselas al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, para reclamar "de forma inmediata" la entrega de sus viviendas. Esta situación es común a otros vecinos de los PAU de Arroyo del Fresno, Montecarmelo, Las Tablas, Sanchinarro y Ensanche de Vallecas, por lo que los organizadores piden que se sumen a su marcha. La manifestación partirá a mediodía en el Ayuntamiento y llegará hasta la sede del Gobierno regional, en la Puerta del Sol.