Israel mata a un líder de la Yihad Islámica

Cuatro palestinos, entre ellos el líder de Yihad Islámica, Mahmud Yuda, y una niña de seis años, murieron ayer alcanzados por dos misiles israelíes lanzados desde un helicóptero de combate Apache contra un vehículo cuando éste circulaba por el campo de refugiados de Jabalia, al norte de la franja de Gaza. Junto a Yuda viajaban dos activistas de Yihad, los primos Ayman y Amin Dahdouh, acusados por los israelíes de numerosos ataques.

El cuerpo de Mahmud Yuda, de 30 años, quedó irreconocible tras el ataque y no pudo ser identificado en un primer momento. Los fallecidos fueron alcanzados por los misiles cuando viajaban en su coche desde Jabalia a la capital Gaza. La onda expansiva alcanzó a unos veinte peatones, entre ellos a la niña, que resultó muerta.

Con esta operación el Ejército israelí reanudó ayer la política de asesinatos selectivos de los líderes de la Intifada y puso fin a una tregua aparente de tres semanas. El último asesinato selectivo fue perpetrado en Gaza el pasado 7 de febrero, con el mismo método. En él murieron un dirigente de la Yihad y un niño de 12 años. Este atentado es la respuesta de Israel a dos ataques palestinos que se han cobrado las vidas de un soldado y una pareja de colonos.

Esta escalada de la tensión amenaza con convertir en papel mojado el acuerdo histórico que el Consejo Revolucionario del partido gubernamental palestino Al Fatah ha alcanzado este fin de semana, por el que desconvoca la lucha armada en la Intifada y reclama en su lugar la movilización pacífica de todos los ciudadanos.

Con este llamamiento la dirección de Fatah pretende desactivar las milicias palestinas, abrir el camino de las reformas y acabar con la corrupción generalizada, para frenar así la deserción de centenares de militantes. En esta reunión de la cúpula de Fatah, el presidente palestino, Yasir Arafat, se comprometió a renovar la dirección del partido y convocar elecciones en un plazo de un año.