Fabra se aferra a un nuevo informe para no pedir la compatibilidad

El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, se ha aferrado a un informe elaborado en el despacho Broseta Abogados para justificar su intención de no solicitar la declaración de compatibilidad ante el pleno de la Corporación. Después de ocho meses sin que el máximo órgano de la institución provincial se pronunciara sobre la legalidad de compaginar sus actividades privadas con la dedicación exclusiva como presidente de la Diputación, Fabra ha presentado un informe en el que se plasma la posibilidad de que la compatibilidad aprobada en la anterior legislatura se extienda a la presente. El informe indica que "no parece preciso que dicha declaración de compatibilidad deba ser reiterada en el tiempo si no se alteran las circunstancias de la declaración original". Desde la declaración anterior, Fabra ha variado su actividad privada ya que creó Carmacas, la empresa a la que pagó el empresario Vicente Vilar, que le ha denunciado por cobrarle por favores políticos alegando la redacción de unos estudios que calificó de "inexistentes".

El primer informe que Fabra presentó en 1996 indicaba la necesidad de que el pleno aprobara la declaración de compatibilidad del cobro de la dedicación exclusiva con el ejercicio de actividades privadas remuneradas. E pleno aprobó la compatibilidad. En 1999, el presidente expuso una nueva declaración que, igualmente, fue aprobada con la mayoría que ostentaba el PP. Ahora, Fabra, inmerso en la investigación de dos procedimientos judiciales, abiertos de oficio, por la posible comisión, entre otros, de uno o varios delitos contra la administración pública, ha decidido no someter esta consideración al pleno pese a que en julio incluyó la declaración en el orden del día y, una vez votada y aceptada la urgencia, decidió, de forma unilateral y sin explicación, retirar su debate y, por tanto, su aprobación.

Cuestiones futiles

Mientras, el consejero de Presidencia y portavoz del Consell, Alejandro Font de Mora, tachó ayer de "cuestiones absolutamente futiles" los escándalos que salpican en las últimas semanas al Partido Popular. Font de Mora compareció para dar cuenta de los acuerdos adoptados por el Gobierno, aunque la atención de los medios de comunicación recayó en el caso Fabra, la ocultación de información sobre la contratación de Julio Iglesias y la existencia de presuntas irregularidades entre el colectivo de médicos forenses, del que procede el propio consejero de Presidencia. "Se está intentando desvirtuar el proceso electoral. Se quiere desviar el debate hacia cuestiones absolutamente futiles y el Consell no se va a prestar", dijo Font de Mora.

En relación al caso Fabra, el portavoz acusó al Partido Socialista de poner "el ventilador para salpicar la campaña de inmundicia". Por su parte, Joan Ignasi Pla, secretario general del PSPV, dijo que se trata de una "trama de corrupción muy clara" y que consideró "bastante razonable" que el fiscal general intervenga en el asunto.