De Astorga a Toledo por la Antonino 23

La Consejería de Transportes e Infraestructuras va a recuperar un tramo del conocido como Itinerario 23 Antonino, la calzada romana que unía Astorga (Austurica Augusta) con Toledo (Toletum), y parte de cuyo trazado se va a sacar a la luz en Galapagar, gracias a las obras de una futura variante de la actual carretera, que se construirá próximamente.

Los restos de esta calzada se han descubierto en los trabajos previos para acometer esta carretera de circunvalación. Se trata de una continuación del camino que cruzaba el puerto de la Fuenfría y unía Segovia con la antigua Titulcia y, a su vez, ambas poblaciones con Astorga y Toledo, respectivamente.

El Gobierno regional, a través de la Consejería de Transportes e Infraestructuras, hará un trabajo complementario para recuperar este camino -una de las dos vías más importantes que atravesaban la región en el siglo III-, al tiempo que realiza las obras de la carretera.

En la recuperación de esta zona se espera descubrir unos 200 metros de calzada. Para realizar estos trabajos se ha aprobado un presupuesto de 120.000 euros.

En el siglo III después de Cristo, sólo dos calzadas de esta entidad cruzaban el territorio que ahora corresponde a la Comunidad: la que comunicaba Cartagena con Astorga siguiendo el itinerario Segontia, Miacum, Titulcia, Vico Culinario y Alces; y la que unía Mérida y Zaragoza a través de Arriaca, Complutum (Alcalá de Henares), Titulcia y Toletum. En su condición de cruce de caminos y, dada la entidad de las calzadas conectadas, Titulcia era el nudo más importante de comunicaciones de la meseta sur durante el periodo en que Roma dominó la península.

Desde Titulcia, hacia Segovia, el itinerario romano ascendía al noroeste alcanzando la mansión romana más importante de las cercanías de la actual capital, Miacum, ubicada entre Carabanchel y la Casa de Campo. Desde Miacum, por Villalba y Guadarrama se llegaba a Cercedilla, donde se descubrió un miliario (hito que marca mil pasos) de gran interés, además del trazado de un tramo, en las cercanías del puerto de la Fuenfría.

El trazado

A partir de allí, la calzada discurría por un trazado semejante al que ahora dibuja la carretera que une Segovia y Madrid, atravesando el puerto de la Fuenfría, La Venta de la Fuenfría, el paraje llamado Camargo Grande, el cerro Pelado, el alto de la Fuente del Pájaro, la Cruz de la Gallega, y la venta de Santillana, punto inmediato a Segovia, en cuyas cercanías se iniciaba, precisamente, el acueducto romano. El tramo inmediatamente anterior al que ahora se va a descubrir -entre Fuenfría y Cercedilla- se localizó en mayo de 1910 de forma casual, y fue desenterrado el paso romano entre Segovia y Miacum, en la zona correspondiente a la sierra de Guadarrama, apareciendo esta calzada que partía de Cercedilla y finalizaba en el puerto de la Fuenfría a lo largo de siete kilómetros.

La carretera que está construyendo el Gobierno regional es una variante de la de Galapagar, y lo que pretende es sacar el tráfico de este municipio. El proyecto ya está aprobado y ahora hay que sacarlo a concurso. Unirá la actual M-505, desde su cruce con la M-852 y la M-510, de tal manera que se evita el paso por el pueblo, circunvalando éste por el norte. El trazado se inicia en la bifurcación de las carreteras M-505 y M-852 y termina conectando con la carretera M-510, una vez pasado Galapagar.