Rato defiende desligar las subidas salariales de la inflación

La práctica de ligar los aumentos salariales a la evolución de la inflación "tiene que tender a desaparecer". El vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, defendió ayer con contundencia una reforma de la negociación colectiva que fije otros parámetros para calcular las subidas de sueldo. En lugar del coste de la vida, los incrementos deberían basarse, a su juicio, en criterios como la competencia exterior o la productividad.

Rodrigo Rato desplegó ayer en dos foros distintos (un encuentro de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos y el Foro Abc) sus propuestas económicas para los próximos años. "No hay que cansarse de hacer reformas", dijo el vicepresidente, que abogó por reformar introducir cambios en el mercado laboral. El mayor énfasis recayó en la negociación colectiva (proceso por el que empresas y trabajadores pactan sus condiciones laborales). Para el ministro, este sistema no puede seguir fijando los salarios según la inflación, pues, con el nivel actual (2,3% en enero), ha dejado de poner el peligro el poder adquisitivo de los trabajadores.

En su lugar, Rato propone otros parámetros: la competencia exterior, la productividad, implantar sistemas de salario diferido (prestaciones que las empresas ofrecen a los trabajadores, como fondos de pensiones) o participar de los beneficios de las compañías.

Oposición sindical

Los sindicatos UGT y CC OO advierten que habrá un conflicto social si el PP opta por imponer reformas, y aseguran que con ello Rato muestra "un absoluto desprecio a lo más positivo de estos años, el diálogo social y la consecución de importantes acuerdos". El dirigente ugetista Toni Ferrer cree que Rato "no valora los ocho años de moderación salarial que ha tenido y que reconocen los expertos". Fernando Puig, responsable de acción sindical de CC OO, califica de "barbaridad" que un vicepresidente haga hincapié en las reformas despreciando el consenso y le recuerda que los cambios sin la participación de los protagonistas (la patronal y los sindicatos, en este caso) "carecen de eficacia".