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El tripartito vasco protege a Atutxa del intento de reprobación del PP

El intento del PP de que el Parlamento vasco reprobara ayer la actuación "parcial y arbitraria" de su presidente, Juan María Atutxa, y le exigiera la dimisión, se volvió contra los populares, que se quedaron solos en la votación.

Contra lo pretendido por el PP, lo que el censurado recibió fue un nuevo y enfático aval de la mayoría gubernamental tripartita, facilitado por la ausencia en la votación del grupo de la antigua Batasuna. La iniciativa del PP estaba de todos modos condenada al fracaso, salvo que Sozialista Abertzaleak y el PSE-EE la hubieran apoyado.

El PSE-EE también censuró a Atutxa, pero no pidió su dimisión, sino que le solicitó que reflexione y rectifique sus actuaciones favorecedoras del Gobierno vasco y cumpla los autos de los tribunales. Los diputados de Sozialista Abertzaleak (SA) criticaron también a Atutxa, mencionando su etapa como consejero de Interior, pero para evitar tener que pronunciarse salieron del hemiciclo antes de la votación.

Los tres grupos del Gobierno vasco sacaron adelante, como enmienda a la totalidad, un texto que respalda la actuación del presidente Atutxa. Este texto condena "la persecución" emprendida contra él y le apoya en la negativa a disolver el grupo de Batasuna, aunque no se menciona expresamente ese extremo, sino que se habla genéricamente de apoyo a las decisiones tomadas "para defender la separación de poderes, la autonomía del poder legislativo y la capacidad de autoorgani-zación" de la Cámara.

La enmienda aprobada "reprueba y denuncia, por su especial gravedad, las mentiras, injurias y calumnias proferidas (...) por altos cargos de la Administración del Estado", que, al entender de PNV, EA e IU, acusan a Atutxa de tener "una actitud de connivencia con la violencia o el terrorismo".

"Violación de la legalidad"

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El portavoz del PP, Leopoldo Barreda, argumentó su propuesta de reprobación en la pérdida del carácter arbitral y moderador del presidente de la Cámara, al que atribuyó un comportamiento "partidista" y alineado con el Gobierno , y acusó de provocar inseguridad jurídica y la indefensión de la oposición. Barreda definió el mandato de Atutxa como "caracterizado por la violación de la legalidad".

En nombre del grupo socialista, Rodolfo Ares, criticó "el sectarismo y la prepotencia" de Atutxa, pero quiso compaginar "la censura con la búsqueda de soluciones". Por ello pidió al PP que desistiera de la petición de dimisión y al tripartito y al propio Atutxa "reflexión, autocrítica y rectificación".

El tripartito defendió al presidente y se negó a hacer "el acto de contricción" que a juicio del PNV pedían los socialistas. IU contabilizó hasta 21 imputaciones de connivencia o apología del terrorismo realizadas por el PP contra el tripartito en la Cámara y prometió llevarlas ante la fiscalía.

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