_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Tras el umbral de la obsesión

Esta novela del rumano Mihail Sebastian (1907-1945) participa de las características de las novelas centroeuropeas de los años treinta, como si existiera una suerte de atmósfera común a todas ellas y una serie de personajes también comunes. El accidente relata la historia de un hombre -Paul- enamorado hasta la obsesión de una mujer -Ann-, una pintora bien conocida en los medios artísticos de Bucarest. El hombre busca a la mujer y pretende retenerla, sujetarla; ella aparece y desaparece en su vida, quiere desasirse de toda continuidad, pero parece amarle y no sólo a él sino también a otros. Ése es el ritmo de sus relaciones. Paul es un hombre taciturno, desconfiado, apático, pero imperiosamente necesitado de Ann, un cultivador de obsesiones (y ella es su principal obsesión) enfermizo.

EL ACCIDENTE

Mihail Sebastian

Traducción de Joaquín Garrigós

Destino. Barcelona, 2003

248 páginas. 20 euros

La novela comienza con un accidente: una profesora de francés, Nora, se apea en marcha de un tranvía y queda inconsciente y magullada, y Paul, casualmente presente entre otros testigos, acude en su ayuda; sin desearlo, permanece junto a ella; así es como nace una relación extraña en la que ella se siente atraída y él desea huir y quedarse solo. El primer capítulo es un prodigio de expresión -el aturdimiento y la progresiva recuperación de la conciencia de ella, el enfrentamiento entre la adustez de Paul y la curiosidad de Nora, el descubrimiento del cumpleaños de Paul como motivo de fijación del primer contacto-. Contado con soltura y con un estilo característico también de la época, Sebastian sitúa enseguida a las dos personas cuya relación presumimos que va a ser la clave del conflicto.

Y, en efecto, lo es. Pero Se

bastian establece dos territorios bien diferentes. El primero, la ciudad: un lugar de soledad y anonimato por antonomasia muy cercano al expresionismo en el que las soledades de cada uno de los dos -Nora y Paul- se cruzan y se diferencian: la de Paul es tétrica y casi autista, la de Nora es recelosa, pero expansiva. El segundo territorio es la montaña. La insistencia de Nora -a la que no es ajena su curiosidad como cualidad vital- lleva a ambos a pasar unos días de vacaciones esquiando. Paul no sabe esquiar, Nora sí. Él, poco menos que se deja llevar; Nora desea moverle, agitarle. Paul se encierra en sí mismo para mantener la obsesión por Ann y eso lo aleja de Nora; Nora quiere quebrar -sin saber que existe Ann- el caparazón de Paul. Los términos de esta angustiada relación quedan claros.

Estamos en una Europa de entreguerras -la acción se desarrolla alrededor de fin de año de 1935- y los tintes sombríos del relato se corresponden con esa Europa sacudida por sombras de historia que se mueven de una catástrofe sobrevenida (la guerra de 1914-1918) a otra por llegar (la Segunda Guerra Mundial y el horrible Holocausto). El encuentro con la montaña es emocionante y sobrecogedor: de la ciudad que protege a las almas perdidas pasamos al territorio donde hay que esforzarse para sobrevivir; de la ciudad oscura pasamos a las montañas abiertas de nieve y niebla. Allí encontrarán a un joven solitario -Gunther- protegido por una especie de criado (Hagen) y un perro (Faffner). Gunther es hijo de uno de las grandes fortunas del país y se ha marginado voluntariamente; también padece de una salud delicada; su presencia será simbólica en la integración de la pareja en la naturaleza de la montaña.

La situación de Paul da la vuelta y cambia a tal punto que, cuando bajan a una pequeña ciudad cercana, éste comenta: "¿Sabes cuál es la sensación que tengo, Nora? La de ser un lobo que ha bajado del bosque hasta los lindes de la ciudad y que ahora ya no se atreve a seguir adelante". Finalmente, Nora lo ha sacado de su narcisismo depresivo, del cultivo del amor doliente, obligándole a actuar, pero no consigue ocupar el lugar de Ann en su corazón. Esta historia es, en realidad, la de un cambio radical en la vida de un ser humano que se niega a ser feliz de otra manera que no sea la que se impone: la naturaleza romperá esa actitud. El reencuentro con Ann y el descubrimiento de que, tras la experiencia de la nieve ya nada le ata a ella, es un golpe psicológico maestro. Tras ello, el final se edulcora, sin embargo.

La novela está bien resuelta,

narrada con eficiencia y justeza de medios, pero no alcanza la altura de sus grandes contemporáneos. Hay, sí, un personaje excepcional. Nora; una creación admirable y llena de matices. Lo que no casa de modo suficiente es la persona de Gunther en relación con la pareja; aunque se ve cuál es la razón del contraste, es insuficiente en cuanto al desarrollo dramático. Sin embargo tiene empuje, intención y sentido y se lee con interés. Sin duda, Sebastian estaba llamado a ser un escritor superior a lo bueno que demuestra, pero un accidente -en este caso, real- truncó su vida a la edad de 38 años. Dejó un Diario, publicado también por Destino el pasado año, que es memorable.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_