Perecen dos capitanes del Ejército del Aire al estrellarse su avioneta
Los dos oficiales, con una experiencia de miles de horas, hacían un vuelo de instrucción
Dos capitanes del Ejército del Aire murieron ayer al estrellarse la avioneta que ocupaban en un vuelo de instrucción, cerca de la localidad madrileña de Parla, probablemente a causa de un fallo mecánico en el aparato. "El avión volaba muy bajo, dio un giro junto a la plaza de toros, se puso de costado y empezó a caer y a caer cada vez más... Al minuto escuchamos una fuerte explosión", recordaba poco después un vendedor ambulante de un mercadillo próximo al lugar del siniestro. Cuando llegaron los equipos de rescate, la avioneta estaba envuelta en llamas.
El accidente de la avioneta Beechcraft C-90 King Air ocurrió a las 11.40 de ayer, en el transcurso de un vuelo local de instrucción, en un descampado situado a 200 metros de la carretera M-408 (Parla-Pinto) y a 50 metros de la vía del ferrocarril. La zona se encuentra a unos dos kilómetros de un hipermercado Carrefour y de una explanada en la que todos los miércoles se instala un mercadillo.
Testigos presenciales relataron que el aparato siniestrado sobrevoló muy bajo cerca del mercadillo. "Iban volando juntos dos aviones. De repente, uno de ellos pegó un giro, se puso de costado y empezó a caer y a caer... No sabíamos qué le pasaba... Pero como por aquí pasan cada día un montón de aviones de la base de Getafe, no le dimos importancia", recordaba un vendedor de frutas, mientras recogía un cargamento de naranjas y verduras. "Un minuto después oí un estampido horrible", añade.
"Yo creo que el piloto maniobró para ir hacia un descampado del polígono de la Cantueña. Y demostró tener mucha pericia. Porque si llega a caer en el mercadillo, habría sido una matanza, ya que en ese momento había aquí un montón de gente", agrega un vendedor de camisas y camisetas. Otro de los comerciantes ambulantes echó a correr hacia la zona de la explosión, provisto de una cámara de vídeo, y grabó desde un puente próximo las imágenes del avión en llamas.
La fuerza del impacto fue tal que el aparato quedó destrozado. Sólo era reconocible la cola de la avioneta C-90, ya que el resto quedó carbonizado.
Los primeros en llegar al lugar del accidente fueron los bomberos del Ayuntamiento de Parla, que encontraron el avión envuelto en llamas y que, tras extinguir el incendio, comprobaron que había dos cadáveres en el interior del aparato. Según fuentes de la Policía Local, el Juzgado número 2 de Parla se ha hecho cargo de las primeras diligencias.
La avioneta Beechcraft C-90 comenzó a fabricarse hace 30 años y el Ejército del Aire dispone en estos momentos de dos aparatos de este modelo, aunque hay otros tres preparados para su entrega. Las avionetas C-90, que habitualmente son utilizadas para misiones de enlace y transporte de personalidades, son fabricadas por Beechcraft en Estados Unidos desde hace 30 años. Cada uno de estos aparatos tiene una longitud de 10,6 metros, una envergadura de 15,1 metros y tiene una capacidad de seis pasajeros, además de los dos pilotos.
Los capitanes fallecidos en el accidente son Luis del Barrio Martorell y Enrique Paniagua Mora. La capilla ardiente será instalada en el Grupo 42 Fuerzas Aéreas de la base de Getafe, al que pertenecían los militares. El funeral se oficiará en la base aérea de Getafe a primera hora de la tarde de hoy, probablemente con asistencia del ministro de Defensa, Federico Trillo, según fuentes de Defensa.
El capitán Del Barrio Martorell había nacido en Huesca el 6 de noviembre de 1970 y tenía 4.114 horas de vuelo; su compañero, Paniagua Mora, nació en Madrid el 5 de mayo de 1972 y había volado durante 2.120 horas.
Diecisiete personas, incluidos los dos capitanes fallecidos ayer, han muerto en los ocho accidentes de avionetas militares ocurridos en España en los últimos 20 años. El más grave ocurrió el 5 de febrero de 1998, en Pinilla del Valle (Madrid), con cinco víctimas mortales, al estrellarse una avioneta bimotor C-212 del Servicio de Búsqueda y Salvamento del Ejército del Aire. El accidente, cuyas causas seguían anoche sin aclararse, sobrevino en un día con excelentes condiciones meteorológicas. El avión había salido por la mañana de la base aérea de Cuatro Vientos.
Otro de los siniestros ocurrió el 24 de enero de 1997, cuando dos avionetas militares E-24 Bonanza colisionaron en pleno vuelo en la cabecera de pista de la base aérea de Getafe (Madrid), lo que causó la muerte a un capitán y a un teniente del Aire.
