La Transmediale de Berlín propone espacios para la utopía
Un proyecto quiere fondear un barco abortista cerca de países prohibicionistas
Vuele a Utopía fue el lema de Transmediale 2004, el festival internacional de arte mediático de Berlín. Desde 2001 el festival viene en un doble paquete: en un local hay seminarios, conferencias, exposiciones, talleres y presentaciones de vídeo; en el otro local está el Club Transmediale, el festival de música electrónica y artes visuales.
Vuele a Utopía intentó cubrir una gran variedad de temas, empezando por la utopía política de Antonio Negri, coautor de Imperio, publicado en España en 2002. En su discurso central criticó las utopías que se refieren a un "exterior" como un lugar más feliz alejado de la realidad. Hoy ya no hay lugares centrales, dice Antonio Negri, solamente "no lugares" en los que las utopías pueden existir por obra de las personas.
La médica Rebecca Gomperts comenzó su proyecto Mujeres sobre las olas en 1999. Su objetivo era crear una organización no lucrativa para dirigir una clínica de abortos con sede en un barco que operase en aguas internacionales, cerca de países donde el aborto es ilegal. Este proyecto no solamente proporcionaría tratamiento médico a las mujeres, sino que también provocaría debates en los medios locales.
La utopía de la mujer como dueña de su vientre fue también el tema principal de Irina Aristarkhova, ciberteórica rusa, cuyo interés principal se centra en la posibilidad de una "economía basada en la matriz". Criticó a los artistas que experimentan con formas de vida basadas en la biotecnología y patrocinadas por la industria farmacéutica. Estos proyectos no pueden tener éxito económico ni proporcionar ninguna perspectiva realista mientras las mujeres sigan siendo el sistema de reproducción más barato, dice.
Próximo a Utopía está "éxodo", el deseo de escapar de una realidad insoportable. Erik Davis, un investigador cultural de California, puso como ejemplo de esto el festival de arte Burning Man, en el desierto de Nevada.
El festival es una invitación abierta para que todo el que quiera coloque artefactos más o menos artísticos en una amplia zona del desierto, que Davis considera un "no espacio" utópico. Definió el acontecimiento espiritual de Nevada como "una entrega inútil de ofrendas" porque todo lo que se lleva al desierto o se crea allí es finalmente quemado, año tras año, desde la década de 1980.
Transmediale también tocó el mundo de la comunicación móvil como fuente de esperanzas utópicas. Se presentó Medios de localización como ejemplo de la combinación de movilidad y rastreo de la localización que conducen a nuevas e inexploradas formas de vigilancia.
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