Howard Dean, lnternet y el mundo real
EL BRUTAL DESMORONAMIENTO de Howard Dean, quien supo usar la Red para llegar a ser favorito entre los candidatos demócratas a la elección presidencial de este año, plantea serias preguntas. ¿Acaso no se trata de la resaca de otra burbuja tipo puntocom, de otro caso más en el que el mundo virtual estalla en su primer contacto con el mundo real?
Cuatro factores contribuyeron al ascenso de Dean: fue el primero en pronunciarse claramente contra la guerra en un momento en el cual los medios tradicionales no dejaban ver ninguna oposición seria; decenas de miles de personas usaron la Red para agruparse de manera relativamente espontánea detrás de este llamamiento. Usaron MeetUp.com, sitio social que permite organizar encuentros en el mundo real entre personas afines, y muchos de ellos enviaron dinero para hacer de la campaña de Dean la más rica (entre los demócratas) durante varios meses. Joe Trippi, entonces director de la campaña de Dean, supo dejar que esa gente se expresara libremente en un blog público dando así una impresión de enorme dinamismo y participación popular.
"La campaña de Dean ha marcado el proceso de selección, tanto en recaudación de dinero como en activismo. Su uso de Internet ha sido imitado por Kerry"
"La participación en comunidades en red da muchas veces un sentido de satisfacción que, por otra parte, desalienta la voluntad de interactuar con el mundo real"
El desmoronamiento de Dean da lugar a discusiones apasionadas. Algo natural si se tiene en cuenta que tenía como consejeros a buena parte de los digerati (Clay Shirky, Howard Rheingold, Lawrence Lessig).
Steven Johnson, fundador de Feed, una de las primeras revistas en red, encara las cosas de forma brutal : 1. Dean no era un candidato atractivo para la mayoría de los americanos; 2. Internet sirve para reunir fondos y gente, pero no influye tanto en sus decisiones de voto. "Es como si la colecta de fondos y la organización se hubieran adelantado al siglo XXI mientras que la forma en que decidimos realmente por quiénes votar se queda en el siglo XX", escribe.
Hay que destacar que Andrés Jiménez, viejo militante demócrata chicano de Berkeley, asistió a una reunión de activistas pro Dean. "Había gente de clase media confortable con una computadora, pero que no tenían la más mínima idea de cómo llevar la gente a votar".
Clay Shirky, uno de los analistas más respetados de la Red, atribuye a un espejismo que tanto él como muchos otros creyeran en la victoria del ex gobernador de Vermont: "Que la red permita reunir simpatizantes", afirma, "nos confundió y nos llevó a pensar que estábamos presenciando un apoyo creciente para Dean, cuando se trataba de una reducción en la dificultad de organizar grupos".
Shirky se pregunta, además, si el software social que fortalece el sentido de comunidad entre sus partidarios no contribuyó al fracaso. "La participación en comunidades en red da muchas veces un sentido de satisfacción que desalienta la voluntad de interactuar con el mundo real".
Todos se interrogan sobre el impacto de los aciertos de Dean y de su fracaso sobre el futuro. "Depende de cómo los candidatos utilicen las tecnologías y las tácticas de las smart mobs (muchedumbres inteligentes)", declaró Howard Rheingold. "Quiero sin embargo recalcar que el presidente Roh de Corea [uno de los países más conectados del mundo] fue un éxito político, aun cuando Dean ha sido un fracaso".
Para John Arquilla, profesor de estrategia y especialista de las redes, "la campaña de Dean ha marcado el proceso de selección de los demócratas. Tanto en el caso de la recolección de dinero como en materia de activismo; por ejemplo, su uso de Internet ha sido imitado por Kerry y por otros". Sin olvidar que los obligó a tomar posiciones más críticas sobre la guerra de Irak.
Scott Rosemberg, de la revista Salon.com, escribe que al igual que los que creyeron en las puntocoms, los partidarios de Dean soñaban con cambiar la vida política de EE UU. "El caballo al que apoyaron habrá perdido la carrera, pero gracias a sus esfuerzos resulta ser una carrera muy diferente".
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