La Guardia Civil interviene en la moción de censura en San Fulgencio
El secretario da validez al pleno y el independiente Mariano Martí recupera la alcaldía
La localidad de San Fulgencio (la Vega Baja) vivió ayer una jornada política convulsa. En un concurrido pleno, la hasta ahora alcaldesa del PP, Josefa Mora, trató de impedir la votación de la moción de censura que la oposición presentó contra ella, merced al apoyo de una edil de su grupo. Entre abucheos y protestas, la ex alcaldesa intentó expulsar del pleno a la concejal tránsfuga, para lo que recurrió incluso a la Guardia Civil. El secretario dio validez a la votación y el independiente Mariano Martí, con el apoyo del PSPV y la tránsfuga del PP, recuperó la alcaldía.
El pleno para votar la moción de censura contra el gobierno local, en manos del PP con mayoría simple, se dilató más de una hora. La ya ex alcaldesa popular, Josefa Mora, que llegó al gobierno de la mano de dos tránsfugas del anterior bipartito hace tres meses, sorprendió a todos los asistentes con un decreto de expulsión de Simone Elster, edil del PP, que respaldó el voto de censura.
Mora exigió a la concejal que abandonase el salón de plenos y convocó un pleno extraordinario urgente para justificar el decreto. El pleno no prosperó y el portavoz de la mesa de presidencia, un concejal del equipo de gobierno que lidera Mora, dio por terminada la sesión. El único alegato que aportó fue que "en la documentación que obra en el expediente figura un contencioso contra la concejal Simone Elster".
Mora increpó al secretario para que respaldara su postura, pero éste, tras unos minutos de deliberación con un asesor jurídico, concluyó que no había pruebas fundamentadas para interrumpir el pleno y acordó su celebración. Hasta en tres ocasiones tuvo que mediar el secretario del Ayuntamiento para poner orden. El funcionario, Javier Chiva, no se dejó amedrentar. Primero dejó constancia pública de que "me están coaccionando" y seguidamente remachó: "No suspendo el pleno. He dado mi opinión; el alcalde no puede dejar sin funciones a ningún concejal".
La dirigente popular se enzarzó en un crispado debate con el secretario y con la portavoz socialista, Trinidad Martínez, sobre la ley de régimen locales y el portavoz de la mesa llegó incluso a un zarandeo con el miembro más joven de la corporación, un concejal del PSOE que intentó hacerse con el micrófono.
Las desavenencias no cesaban y el secretario optó por aceptar los votos a favor de la moción de censura. La ex alcaldesa ordenó al jefe de la policía local que echara a Elster. La sugerencia no surtió el efecto deseado y el jefe de la policía se decantó por permitir el transcurso del pleno. Visiblemente inquieta, Mora llamó a la Guardia Civil para que desalojara a Elster mientras el secretario efectuaba el escrutinio de los votos. El resultado: seis a favor y cuatro abstenciones. Mora y su equipo salieron del salón, sin votar, camino de los juzgados para impugnar el pleno.
Intrigas urbanísticas
El cambio del equipo de gobierno se produce una semana después de que una propietaria denunciara al ayer elegido nuevo alcalde por un supuesto cobtro ilegal de comisiones en la tramitación de un proyecto urbanístico. La denunciante sostiene que Martí le pidió 180.000 euros conceder una licencia. El denunciado negó hechos que achacó a una trama supuestamente urdida por el PP. Según fdatos del Consell San Fulgencio es el municipio con mayor crecimiento relativo de la Comunidad Vlaenciana (43%) debido a la construcción de adosados.
El retorno a la alcaldía de San Fulgencio del independiente Mariano Martí fue un bálsamo para la Policía Local de la localidad. A la hora de recuperar el cargo, Martí entabló conversaciones con los nueve agentes de la policía local que permanecen encerrados en la iglesia desde hace 35 días y anunció la apertura de una mesa de negociación para resolver las discrepancias sobre su situación laboral. Los agentes accedieron a deponer su protesta, ante el compromiso del Ayuntamiento de que no impondrá la escala de mandos que dio origen al conflicto con el anterior gobierno. Un desencuentro que fue el detonante de la moción de censura,el segundo voto de censura en tres meses.
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