Al mismo puerto por otros caminos

Pedro Andrés Castilla, cordobés de 28 años, ha dado con sus huesos en la misma clase que Mónica, Antonio y Manuel José en el ciclo Sistemas de Telecomunicaciones e Informáticos, en el instituto La Fuensanta de Córdoba. Pero su vida iba por otros derroteros muy diferentes. Se apuntó al ciclo formativo el pasado curso, cuando le quedaba una asignatura para acabar la carrera de Química en la Universidad de Córdoba.

¿Y ese cambio? "Me di cuenta que como químico tenía pocas salidas, la mayoría de las posibilidades son por oposiciones y es muy difícil entrar en los laboratorios", explica. No obstante, no va a tirar por la borda su casi acabada carrera de Química que inició con el plan antiguo. Nunca se sabe y cuánto más formación, mejor, piensa.

Pero ahora tiene otras perspectivas. Su hermano estudia Informática de Sistemas en la universidad y ya barrunta cómo formar una empresa juntos. "Nuestros conocimientos se complementan", precisa. Pedro Andrés está más en contacto con la cirugía del ordenador -reparaciones, montaje y mantenimiento- y su hermano conoce el aspecto técnico, más teórico. Pedro Andrés asegura que su hermano hace reparaciones de equipos informáticos y de vez en cuando le llama para consultar dudas.

Lo de la empresa familiar es una posibilidad aún lejana, aunque Pedro Andrés Castilla cree que primero es mejor trabajar por cuenta ajena y ver cómo funciona el mercado antes de lanzarse en solitario. De momento esta terminando el ciclo formativo y en este último tramo encara las prácticas en empresas. Ahí empezará a conocer como funciona el negocio antes de dar el salto.

Joaquín Almenara, con 21 años y ya ex alumno del instituto La Fuensanta, sí estuvo a punto de montar su propia empresa. Juno a un grupo de compañeros, había localizado un pueblo de la provincia en el que no había servicios de instalación, reparación y mantenimiento de equipos informáticos. Pero cuando casi se decidieron, se instaló una empresa que respondía al perfil que habían pensado y otra de suministro de materiales informáticos a mayoristas.

De momento, Joaquín asegura que le va bien. Encontró trabajo a los tres meses en la empresa en la que hizo las prácticas. Este ex alumno optó por la FP porque le gustaba la Informática y no se veía para hacer la carrera universitaria: "Por lo que tengo entendido no tocas un ordenador hasta los cuatro años y aquí lo tienes delante desde el principio", dice Joaquín, satisfecho con su opción.