"Vamos a crear un bote en el cupón para mejorar premios"
Miguel Carballeda (Pontevedra, 1959), presidente de la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), desde julio pasado, ha cerrado un acuerdo con el Ministerio de Trabajo para asegurar los ingresos de la organización hasta 2011. Relativamente satisfecho -el Gobierno no ha permitido a la ONCE participar en la nueva lotería europea-, Carballeda destaca que el acuerdo permitirá renovar el cupón, lanzar juegos activos tipo primitiva y participar al 50% con el Estado en una nueva lotería instantánea. A cambio, la ONCE (47.302 empleados directos, 41.000 indirectos y 65.000 afiliados ciegos) se compromete a crear en el periodo 8.000 empleos estables para discapacitados. El acuerdo prevé que la ONCE venda por importe de 2.400 millones de euros en 2004, 2.700 millones en 2005, 3.000 millones en 2006 y 3.300 en 2007. A partir de 2008, los ingresos previstos serán 3.300 millones incrementados en el IPC más tres puntos.
"La ONCE pasó por Gescartera como una víctima más. Nos costó 500 millones de pesetas"
"Seguiremos peleando por participar en el sorteo de la lotería europea Euromillones"
"Compartiremos con el Estado, al 50%, una nueva lotería instantánea"
Pregunta. ¿Qué sucede si no se alcanzan los objetivos de ventas recogidos en el acuerdo?
Respuesta. Si no alcanzamos el objetivo, el acuerdo establece tres mecanismos. Uno es compartir la lotería europea recién puesta en marcha. Apostamos por ello y vamos a seguir peleándolo porque se supone, además, que si no alcanzamos los objetivos, será por las consecuencias de esa lotería europea. El segundo mecanismo sería ampliar nuestras posibilidades de juego: ampliar emisiones y alguna opción nueva, como un sorteo extraordinario en Navidad, como ya se hizo en 1984, 1985 y 1986. La tercera opción es algo que en principio no queremos, y es una subvención directa del Ministerio de Hacienda, porque queremos seguir viviendo de nuestro trabajo.
P. Esa subvención, ¿a cuánto ascendería?
R. Bueno, está establecido en el acuerdo la mecánica...
P. Pero, ¿no hay una cantidad concreta?
R. No... Depende... El acuerdo establece una mecánica, pero no nos gustaría llegar a eso.
P. En los últimos años, la ONCE sufre una caída de ventas. ¿Cómo prevén frenarla?
R. El acuerdo está muy bien redactado para evitar dificultades de interpretación, como nos venía ocurriendo. Ahora tenemos que desarrollar aquellos juegos más idóneos en función de la competencia europea. Tratando, por supuesto, de que no afecten a otras opciones como el cupón ordinario, que nos ha permitido recaudar casi 2.300 millones de euros.
P. ¿A qué nuevos juegos se refiere?
R. Nosotros veníamos reclamando la posibilidad de hacer un bote. Ahora se nos permite hacerlo con el cupón habitual. Dedicaremos una parte del conjunto anual de los premios a generar un bote. Aún tenemos que decidir a qué producto y qué día lo ponemos. Además, se ha ampliado la posibilidad de entrar en el juego activo, tipo primitiva, bonoloto, el juego que está dando mejor resultado en el mundo. El acuerdo de 1999 limitaba esa posibilidad de emisión al 10% de lo que Loterías y Apuestas del Estado (LAE) recaudara. No se podía competir. Ahora, esa posibilidad se ha ampliado. Podremos vender por valor de 600 millones de euros, 100.000 millones de las antiguas pesetas.
P. Pero vender ese tipo de juego será complicado para un invidente...
R. Sí, pero el acuerdo establece que la ONCE podrá vender parte de ese juego activo de forma preimpresa.
P. Estudian también alguna forma de lotería instantánea...
R. Esa posibilidad se nos puso sobre la mesa por parte del Ministerio [de Trabajo] ya avanzada la negociación que empezó en septiembre. La Administración quiere sacar ese juego y llegamos al acuerdo de compartirlo al 50% en obligaciones, derechos y ventas.
P. ¿A qué se ha debido la caída de ventas de los últimos tiempos?
R. Ha ocurrido en todo el mundo, en Europa y también en España. Los juegos pasivos han tenido una caída importante porque han irrumpido otros juegos, más ágiles, más atractivos. En España tenemos el ejemplo de la lotería tradicional.
P. ¿Por qué esa negativa reiterada a darles entrada en el Euromillones [la lotería europea]?
R. No lo tengo claro. Nos explicaron algo sobre la dificultad de entendimiento con los socios... Eso no es así, porque cuanto más se venda en el conjunto, mejor para todos, más se reparte. Puede ser que tengan dificultades internas...
P. Sus ingresos, según los presupuestos de 2004, no crecen mucho y, sin embargo, las cantidades para servicios sociales sí crecen de forma significativa. A medio plazo, en cualquier empresa eso significaría problemas.
R. Tanto el acuerdo de 1999 como el actual dice que la ONCE está obligada a crecer en servicios sociales al menos lo que crezca en ventas. Es verdad que hemos venido creciendo en servicios por encima y con resultados negativos. Pero tenemos cada vez más actividad (65.000 afiliados) y hemos mejorado la atención.
P. En los presupuestos, destacan el propósito de controlar gastos. ¿No los controlaban ya?
R. Creo que estamos en un nivel adecuado de control del gasto. Los niveles de control son absolutos por parte del Consejo General y el Consejo del Protectorado.
P. Pero la plantilla de 23.000 vendedores, ¿no está sobredimensionada?
R. Es un tema muy complejo, porque de los 23.000 vendedores hay una parte que no son productivos; estamos hablando de una plantilla con discapacidad. Se debería considerar. Pero tenemos la obligación de que sean lo más rentables posibles, porque si no, vamos a la bancarrota directamente. Estamos depurando y buscando las mejores opciones para nuestros vendedores.
P. Supongo que también para el grupo de empresas [la ONCE controla un holding de 15 empresas en sectores diversos, desde hoteles a seguros, pasando por seguridad y limpieza con 13.000 empleados] que una vez fue tan activo.
R. Se ha encargado un análisis del grupo empresarial que ha demostrado que su estado de salud es perfecto. Hemos tenido etapas muy deficitarias, pero hemos saneado esa situación y las empresas están, una a una, en una situación adecuada. Queremos un buen plan estratégico y buscar compañeros de viaje en algunos sectores, alguien que nos aporte recursos, medios y conocimientos, porque buscar compañeros pobres..., ese viaje no vale. En hoteles, por ejemplo, buscamos un buen socio, pero sin perder identidad. Se han acercado a nosotros en el tema de hoteles y en el de seguridad.
P. Uno de los momentos más duros por los que ha atravesado la ONCE fue el escándalo Gescartera. ¿Ese capítulo está depurado y cerrado?
R. Está totalmente superado. Creo que el tiempo ha colocado cada cosa en su sitio. La ONCE pasó por aquello como una víctima más, y hemos sido capaces de clarificar nuestra posición y establecer controles en todo el grupo a través del Consejo General. A la Fundación ONCE el caso le costó en torno a 500 millones de pesetas.
P. La ONCE ya no patrocina equipo ciclista. ¿Por qué?
R. Hemos estado 15 años, mucho tiempo, y la rentabilidad del patrocinio es de cuatro o cinco años. El patrocinio ya estaba amortizado y, además, en los últimos tiempos se ha complicado mucho con los temas de dopaje y el cruce de declaraciones. Ha sido una decisión difícil pero acertada. Pero hemos tratado de buscar una salida, ayudándoles a encontrar un espónsor idóneo. Pero seguimos viéndolos como gente nuestra. En el futuro no sabemos si ese camino de patrocinio deportivo seguirá. Ahora, nuestro compromiso es con el deporte paralímpico.
P. El acuerdo firmado con el Ministerio de Trabajo les obliga a crear un bien escaso para las personas con discapacidad: empleo.
R. Ya lo veníamos haciendo. Ahora, hasta 2011, todo el grupo ONCE se compromete a crear 8.000 puestos de trabajo y 16.000 acciones formativas. A través de nuestra fundación, tenemos una bolsa de empleo para que los empresarios contraten a personas con discapacidad que formamos.
P. Se trata entonces de encontrar trabajo para los discapacitados fuera de la ONCE.
R. Sí. No es que la ONCE vaya a asumir 8.000 trabajadores. De nada nos sirve incorporar más gente a la venta del cupón si el mercado no lo admite. Ya lo hacen algo más de 23.000 personas. Dos tercios tienen discapacidades visuales y un tercio, de otro tipo.
P. La ONCE seguirá dedicándose, en primer lugar, a las personas ciegas, y después, si es posible, a los demás discapacitados.
R. Claro. El 3% de nuestro ingreso bruto por la venta de cupón se destina a las personas con otras discapacidades. Defendíamos que esto se mantuviera, porque es la solidaridad de la ONCE con el sector de la discapacidad.
P. ¿Qué compromiso tiene la ONCE con el mundo de la discapacidad?
R. Es su motor.
P. También es la que manda.
R. Y la que ayuda a coordinarse. Había que unir el sector. Eso ha dado sus frutos en el Año Europeo de la Discapacidad celebrado en 2003.
P. ¿Están satisfechos de la conmemoración?
R. Sí, pero es importante pensar que ese año no ha acabado. Debemos ser capaces de eliminar las barreras mentales, que son las peores. Hemos pedido a todos los partidos que incluyan candidatos con discapacidad en sus listas, pero sigue habiendo pocos.
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