Ágil y eficaz en asfalto

El X3 conserva las ventajas que aporta la altura de los todoterrenos: posición de conducción alta y natural, mejor visibilidad, sensación de seguridad... Pero además añade un comportamiento dinámico mucho más ágil, manejable y eficaz de lo habitual en estos coches y se conduce como un turismo. Y acusa menos el peso y las inercias que el BMW X5.

Buenas prestaciones

La versión de gasolina monta el conocido motor 3.0 de seis cilindros en línea y 231 CV. Tiene un tacto y respuesta refinados, mueve bien el peso y ofrece unas prestaciones brillantes (210 km/h.) que permiten viajar al ritmo de una buena berlina. Monta un cambio manual de seis velocidades y se ofrece como opción un automático secuencial de cinco. El primero está mejor escalonado, pero el accionamiento es lento. El otro cuesta 2.478 euros más, tiene un salto excesivo entre tercera y cuarta, y se echa de menos la sexta, pero es mucho más práctico y agradable.

Los consumos son altos, como en todos los 4×4: a ritmos suaves no baja de 10 litros y sube a 14 o 15 en ciudad y conducción rápida.

Una tracción 4×4 muy avanzada

El X3 tiene el tacto suave, preciso e inconfundible de los BMW. Gracias a un peso comedido y un centro de gravedad más bajo de lo normal en los 4×4, obedece con fidelidad al volante y apenas balancea en las curvas. Y permite hacer viajes largos sin cansar. Este coche estrena el sistema de tracción 4×4 xDrive, pensado para todoterrenos de asfalto y caminos de tierra: no lleva reductora, pero supera pendientes del 33%. La novedad está en que incluye una gestión electrónica y un embrague multidisco que reparten la potencia entre los dos ejes y las cuatro ruedas en milésimas de segundo. Y como funciona coordinado con el control dinámico de estabilidad, mejora la eficiencia de éste y actúa de forma preventiva antes de que empiece a derrapar.

El resultado es un aumento de la seguridad y un mejor comportamiento dinámico que se aprecian mucho en carreteras viradas, pisos bacheados... Y una estabilidad sobresaliente, con reacciones ágiles y precisas en todos los trazados y una grata sensación de aplomo en autopista. En maniobras lentas y al aparcar circula en tracción trasera para tener mejor ángulo de giro, y por encima de 180 km/h. también para reducir rozamientos.

El X3 no está pensado para una conducción todoterreno agresiva, pero puede circular sin problemas por pistas de tierra y carreteras nevadas. Y es capaz de vadear hasta 50 centímetros. Incluye un control de descenso que permite limitar la velocidad entre 6 y 25 km/h. y da mucha seguridad en bajadas difíciles: basta pulsar un botón en la consola y regular la velocidad con unas teclas del volante para que haga su trabajo sin tan siquiera tocar el freno. Pero lo mejor es que en tierra responde siempre con gran solidez y consistencia, avanza con fuerza y filtra muy bien todo.