Más pequeño y demasiado caro
El BMW X3 es en teoría el hermano pequeño del exitoso X5, primer todoterreno de la marca alemana. Pero en la práctica se trata más bien de una versión modernizada en detalles
y algo más corta en longitud. Los dos ofrecen un servicio similar como familiares, pero el primero es algo más asequible, unos 5.000 euros, una cantidad importante en muchos coches, pero no decisiva cuando el precio final supera los 45.000 euros, como en este caso.
Lo mismo, pero mejorado
El X3 tiene carácter visionario. Es el pionero entre los todoterrenos compactos de prestigio e inaugura una categoría, como hizo el Scénic con los monovolúmenes compactos. Además se trata de un mercado al que se augura un gran crecimiento tras el éxito logrado por los todoterrenos grandes de prestigio (Touareg, X5, Cayenne...), aún más caros y exclusivos.
El X3 mide 4,56 metros de largo, 11 centímetros menos que el X5, y es otros cuatro más bajo y dos más estrecho. La diferencia resulta muy poca para dos modelos de la misma marca, pero anuncia que el nuevo X5 (2006) será más grande que el actual. Y la gama tendrá un escalonamiento más lógico.
Las medidas más compactas del X3 le proporcionan un centro de gravedad más bajo que aporta un comportamiento dinámico más ágil, punto débil de los todoterrenos. Pero el tamaño se aprecia también en la línea, con un aspecto más estilizado y menos voluminoso. El frontal mantiene el mismo aire, pero no resulta tan impactante y poderoso como el del X5. En cambio, en el lateral destaca el trazo ascendente de la tercera ventanilla, que, combinado con un portón posterior inclinado hacia delante, le dan un toque deportivo y estiliza la figura. Y este diseño, unido a una altura comedida, consigue una aerodinámica brillante para un 4×4 (CX: 0,35).
Un familiar amplio y práctico
Lo mejor del interior es que ofrece un espacio desahogado. Tiene unas plazas delanteras altas, unos asientos muy cómodos y una posición ideal. Atrás hay mucho espacio para las piernas y se viaja con confort, salvo el pasajero del centro, que lleva el túnel de transmisión en los pies. Además cuenta con un buen maletero de 480 litros (15 más que el X5), que llega a 1.560 plegando los asientos posteriores e incluye hueco para esquís.
Al contrario que otros BMW, el X3 ofrece algunos huecos y accesorios que refuerzan sus virtudes familiares: dos posavasos (frontal del salpicadero y junto al freno de mano); apoyabrazos hueco delante; redes en puertas y respaldos; guantera en la consola central, que sirve para el navegador... En cambio, el diseño mantiene la monotonía de los últimos BMW, con un salpicadero frío y unos plásticos de aspecto sobrio que crean un ambiente algo triste y apagado. Y aunque está bien acabado se aprecia la reducción de costes en algunos detalles: picaportes de plástico, paneles de las puertas... Pero es silencioso, está bien aislado y las suspensiones permiten viajar con comodidad.
De momento, con dos motores
La gama X3 cuenta por ahora con dos mecánicas: 3.0 de gasolina (231 CV) y 3.0d turbodiésel (204 CV), que tienen el mismo precio (45.600 euros), un tanto elevado.
Llevan un cambio manual de seis marchas y hay un automático secuencial de cinco como opción (2.500 euros más). Y sólo se ofrece un acabado, que incluye de serie todo lo importante, pero sin alardes: climatizador, seis airbags, ABS, ESP, ordenador de viaje, radio-CD... Faltan detalles que son de serie en coches más baratos, como el sensor de lluvia y luces (136 euros). Y otros, como el volante multifunción, son muy caros (373 euros).
Conclusión
El X3 es un todoterreno de asfalto con vocación familiar. Tiene una línea con clase, un interior amplio y un buen maletero. Ofrece la conducción y estabilidad de una buena berlina, y la traccción 4×4 para recorrer pistas de tierra y superar carreteras nevadas. Pero sus virtudes y el prestigio de BMW no justifican unos precios tan elevados.
AMPLIO, SOBRIO Y BIEN ACABADO
El interior del X3 mantiene el estilo de BMW, con un salpicadero sólido, una consola central voluminosa y un ambiente algo frío y austero. Pero la calidad de materiales y ajustes reflejan un buen acabado.
El diseño es más práctico que el del X5 y habilita más huecos para objetos. Destaca el apoyabrazos central situado entre las plazas delanteras, que incluye dos compartimentos: una bandeja arriba para el teléfono móvil y un cajón con mucho espacio debajo. Además hay un posavasos frente al pasajero, otro en la zona del freno de mano y bolsas en las cuatro puertas.
El X3 es algo más estrecho por dentro que el X5, pero ofrece unas plazas traseras con suficiente espacio para las piernas que resultan muy cómodas cuando viajan dos personas: permiten desplegar un apoyabrazos central con guantera y dos posavasos. Sin embargo, el túnel de la transmisión, situado en el centro del piso, limita la comodidad del tercer pasajero.
El maletero es bastante amplio e incluye dos huecos en los laterales y otras dos bandejas bajo el piso para herramientas...
La zaga del X3 le identifica con un BMW, pero el portón no permite abrir la luneta de forma independiente, como en el X5. Destaca la robustez del parachoques y la posición elevada de los pilotos.
MÁS CARO QUE EL LEXUS RX 300
El X3 es el único todoterreno de prestigio de su tamaño, pero tiene unos precios tan altos que le acercan demasiado a las tarifas de las versiones básicas de otros rivales más grandes. Cuesta sólo 4.800 euros menos que un X5 con el mismo motor, pero acelera más rápido y gasta casi un litro menos. EL X3 es 400 euros más caro que el Lexus RX300, que incluye un equipo de serie superior: faros de xenón, asientos eléctricos, airbag de rodilla... y seis años de garantía. Y sólo cuesta 800 euros menos que el VW Touareg 3.2, que incluye reductora, bloqueo de diferencial... Los dos corren menos, sobre todo en aceleración, pero son más grandes y ofrecen una imagen con más presencia. La diferencia con el Allroad equivalente (2.7 Tiptronic) es de 7.300 euros a favor del BMW, pero el todocaminos de Audi tiene un tamaño mucho mayor y unas prestaciones muy superiores.
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