La capital registró una agresión sexual cada 16 horas durante el año 2003

Las agresiones sexuales crecieron un 13% en la capital madrileña en 2003 respecto a 2002. Y es que durante el año pasado se cometió un promedio de una violación cada 16 horas en las calles de la capital. Según datos facilitados por fuentes del Consejo General del Poder Judicial, a lo largo de 2003 se perpetraron en las calles de Madrid un total de 557 agresiones sexuales, un 13% más que las 489 registradas en 2002.

Pero, además de registrarse una violación cada 16 horas, también fueron denunciados 126 casos de abuso sexual, entre los que abundan aquellos en los que el agresor es un familiar de la víctima o un conocido de la familia.

Aunque las violaciones crecieron sensiblemente (el citado 13%), la delincuencia ha bajado en lo que respecta a los abusos sexuales, ya que en 2003 se contabilizaron 175 casos de este tipo. Asimismo, los jueces registraron 74 atestados por acoso sexual, la mayoría de ellos cometidos durante la actividad laboral de las víctimas y en los que mayoritariamente figuran implicados, como agresores, jefes de las víctimas dentro del ámbito laboral.

Pero lo que más preocupa a los jueces de Madrid es el aumento de las violaciones y la virulencia con que los agresores cometen algunas de estas fechorías. "Ahora hay grupos de jóvenes en Madrid muy peligrosos, e individuos muy violentos, que se dedican a violar a chicas que se dirigen a sus casas o al trabajo", afirma un magistrado de los juzgados de Madrid. "Alguna veces, raptan a una chica, de noche o a plena luz del día, las suben por la fuerza a un furgón o un coche y la violan en un descampado", añade esta fuente judicial.

Las violaciones aumentaron un 13% en 2003 respecto a 2002, pese a que en este último año habían disminuido un 2% respecto a 2001. De las 897 denuncias de este tipo presentadas en 2001, 540 fueron por agresión sexual, 66 por acoso, 86 por exhibicionismo y 167 por abuso sexual.

Los casos de violencia en el seno familiar también han aumentado de forma notable, a juzgar por el mayor número de atestados levantados a lo largo de 2003, según los citados medios del Consejo General del Poder Judicial (el órgano de gobierno de los jueces y magistrados de España).

En 2003 se registraron 5.416 denuncias por violencia doméstica; esto es, un 8% más que un año antes, cuando se registraron 4.974 atestados. "Las víctimas han comenzado a perder el miedo y denuncian más que antes cualquier agresión; por eso hay más atestados y más denuncias", reflexionan fuentes judiciales.

Órdenes de protección

Desde septiembre del año pasado existen, además, las llamadas órdenes de protección, que adoptan los juzgados de guardia en defensa de las víctimas que acreditan un riesgo para su integridad. Ante una amenaza grave o una agresión, la víctima puede acudir al juzgado de guardia y éste, sobre la marcha, interroga al agresor y puede tomar medidas de tipo penal (cárcel, alejamiento del domicilio de la víctima) o civil (por ejemplo, determinar quién custodia provisionalmente a los hijos).

Entre el 1 de septiembre, cuando entró en vigor la ley que regula las órdenes de protección, y finales de diciembre de 2003, los jueces de la capital tramitaron 777 solicituides de protección de víctimas de violencia doméstica. "No se trata sólo de peticiones de mujeres agredidas por sus maridos, también las hay de padres que piden protección frente a las palizas de sus hijos", certifican las citadas fuentes. Cuando una víctima pide al juez que acuerde una medida de protección, lo normal es que el magistrado, si la ve razonada, la adopte. "Aunque es cierto que existe cierta tendencia del juez a adoptarla ante el temor de que si la deniega el agresor pueda actuar y cometer una desgracia", señalan las citadas fuentes. La estadística revela que de las 777 peticiones de protección registrada entre septiembre y diciembre pasado, sólo en la capital, los jueces otorgaron la gran mayoría (506), y denegaron el resto. La mayoría de las decisiones adoptadas fueron del ámbito penal (es decir, el alejamiento del agresor de la víctima). De tipo civil sólo se concedieron siete, y mixtas (civiles y penales), un total de 127. Las medidas civiles que pueden afectar a la custodia y situación de los hijos han de ser ratificadas por los jueces en el plazo de un mes desde que éstas se dictan en el juzgado de guardia.

Si las denuncias por maltrato familiar crecieron un 8%, bajaron, en cambio, los atestados por impago de pensiones entre cónyuges separados o divorciados. Así, el año pasado se contabilizaron 549 atestados por impago de pensiones, frente a las 739 registradas un año antes, en 2002. También se han reducido los casos de abandono de familia, el cónyuge que sostiene a la unidad familiar y que, sin causa justificada, desatiende sus deberes familiares. Las 663 denuncias registradas en 2002 por abandono de familia (habitualmente interpuesta por las esposas) bajaron a 619 en 2003.