Las protestas de astilleros se extienden y radicalizan por varias comunidades

Tras 11 meses de negociaciones y lo que va de mes con protestas, el conflicto de los trabajadores del Grupo Izar volvió ayer a radicalizarse con protestas en los astilleros de Cádiz, Sevilla, Ferrol y Sestao. En Cádiz, los enfrentamientos entre operarios navales y policías se saldaron con 16 heridos leves. En Sestao, cerca de 200 trabajadores de La Naval cortaron el tráfico ferroviario y una carretera durante dos horas. El presidente andaluz, Manuel Chaves, se comprometió a denunciar ante Interior a Izar por haber vigilado con cámaras la asamblea de trabajadores. Hoy, la SEPI, que controla Izar, se reúne con los sindicatos.

El presidente de la Junta de Andalucía, que ayer mantuvo una reunión con los comités de empresa de las cuatro factorías andaluzas (Sevilla, Cádiz, Puerto Real y San Fernando) y con los máximos representantes andaluces de Comisiones Obreras y UGT, expresó su respaldo a las reivindicaciones de los trabajadores de Izar y se comprometió a denunciar ante el Ministerio del Interior la actuación de la empresa y del delegado del Gobierno.

Tras la reunión, el consejero andaluz de Empleo, José Antonio Viera, confirmó que Chaves enviará una carta a Interior para reprobar la actuación de la empresa, que ha vigilado con cámaras los locales donde los trabajadores celebran asambleas, y también la del delegado del Gobierno en Andalucía, Juan Ignacio Zoido, por permitir dichas prácticas.

En este sentido, los dirigentes regionales de UGT, Manuel Pastrana, y de CC OO, Julio Ruiz, confirmaron que los servicios jurídicos de ambos sindicatos estudian iniciar actuaciones legales contra la empresa por facilitar la instalación de cámaras en los locales sindicales.

Por su parte, la CEOE expresó ayer su "condena enérgica" a los "actos vandálicos" que, en su opinión, están protagonizando algunos trabajadores de Izar en Cádiz , San Fernando y Puerto Real. En un comunicado, la patronal calificó de "inadmisibles" las actuaciones de los trabajadores gaditanos, donde las protestas han ocasionado, según CEOE, "pérdidas cuantiosas" en las empresas. Según la organización empresarial, "acudir a la violencia para lograr un cuadro de peticiones inasumible", con incrementos salariales del 6,8%, "recuerda etapas que ya parecían superadas".

Ayer, las protestas en las tres factorías gaditanas se saldaron con 15 trabajadores y una periodista heridos de diversa consideración por el impacto de pelotas de goma y botes de humo lanzados por los antidisturbios de la Policía Nacional durante los enfrentamientos con unos 500 trabajadores de la factoría de Izar en Cádiz. La plantilla de San Fernando cortó por sorpresa durante dos horas el tráfico en el puente de hierro y la vía del tren a su paso por esta localidad. Un amplio despliegue policial impidió a los trabajadores de Puerto Real cortar el puente José León de Carranza, uno de los dos únicos accesos a la ciudad de Cádiz. A cambio, optaron por manifestarse de manera pacífica por el municipio.

Las mayores protestas se registraron a las puertas de la planta de Cádiz, donde los operarios cortaron a las once de la mañana la carretera industrial. Más de un centenar de agentes se introdujeron en el interior de la factoría de Puerto Real y rodearon el perímetro de esta planta para impedir al millar de trabajadores que se reunían a esa hora en asamblea cortar el principal acceso a la ciudad de Cádiz. Los sindicatos denunciaron la actitud "represiva y provocadora" de la policía y acusaron a la subdelegación del Gobierno de tratar a los trabajadores como "terroristas".

Por su parte, el presidente del Comité de Empresa de La Naval, Miguel Ángel Asporosa, advirtió ayer en Bilbao de que existe una posibilidad real de que los trabajadores radicalicen las movilizaciones si la SEPI y los responsables del Grupo Izar no garantizan carga de trabajo para el astillero de Sestao. Asporosa puso como ejemplo de lo que no pasó, pero puede llegar a pasar en el futuro, el corte de carretera llevado a cabo por los trabajadores de la planta durante la mañana de ayer, y señaló que no quisieron tensar la situación en exceso.

Los empleados se movilizaron en la zona externa de la empresa, cortando el tráfico ferroviario y de la carretera BI-3739 durante dos horas con barricadas de neumáticos ardiendo delante de dotaciones antidisturbios de la Ertzaintza.