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El 'forat de la vergonya' se convertirá en una plaza de barrio

El distrito asume parte de las peticiones de los vecinos del barrio

No habrá aparcamiento ni un polideportivo en el forat de la vergonya, un espacio del Casc Antic entre las calles de Sant Pere més Baix y Pou de la Figuereta. Ese era el proyecto de los responsables del distrito en el mandato pasado, al que se opusieron firmemente los vecinos, que reclamaban una plaza con zona verde. En el marco de la discusión sobre el Plan de Actuación de Ciutat Vella se ha llegado finalmente a una fórmula de consenso: el espacio se transformará en una plaza de barrio y albergará también una ludoteca.

La oposición del vecindario de esa zona del Casc Antic a los planes del Ayuntamiento para el forat fue constante y polémica. Algunos representantes vecinales consideran que en la solución al problema ha contado el hecho de que el actual concejal del distrito, Carles Martí, tiene un talante distinto del que tenía con los vecinos la anterior edil, Katy Carreras: "Al menos escucha y no nos envía a la Guardia Urbana", resume Francisco del Cuerpo, de la asociación de vecinos del Casc Antic, en alusión a un altercado que vivieron en ese punto y que concluyó con la intervención de los agentes.

Esa asociación, junto con otras entidades de Ciutat Vella, querían que ese espacio se convirtiera en zona verde y una residencia para la tercera edad. Finalmente, el plan de actuación del distrito aprobado esta semana prevé convertir la explanada en una plaza de barrio -más próxima a una plaza dura que a una verde- que contará con alguna instalación deportiva, por ejemplo, las canastas de baloncesto que se colocan en algunos parques o interiores de manzana.

En uno de los extremos se construirá una ludoteca, con la particularidad de que sus monitores también se harán cargo del exterior. "Por ejemplo, del material de juego, como pelotas de baloncesto", señalaban fuentes municipales. Desde el distrito, se apunta que esa figura de monitor educador también tendría como misión impulsar actividades en las que participen los jóvenes del barrio. Se trata de una zona en la que hay una alta concentración de inmigración dominicana, hasta el punto de que es conocida como el "barrio dominicano". Lo que se quiere evitar es que ningún colectivo, sea de inmigrantes o de aquí, intente apropiarse del espacio. Esos monitores serían jóvenes de las propias entidades vecinales y podrían ejercer como observadores de conductas problemáticas.

Diseño conjunto

No existe un proyecto concreto de la distribución del espacio porque, además, todavía hay edificaciones afectadas que desaparecerán. "El diseño se hará conjuntamente con los vecinos", explicaban desde el distrito. "Ya veremos si es así", dice, escéptico, Del Cuerpo. En cualquier caso, el espacio de la futura plaza todavía no está definido totalmente porque aún hay en pie algunas viviendas que desaparecerán y afectados que deben ser realojados. Este ha sido otro de los procesos no exento de polémica entre los responsables municipales y algunos afectados.

El polideportivo que en el mandato anterior se quería levantar en esa zona se ubicará en las pistas deportivas que hay en el paseo de la Circumval.lació. Se trata de un espacio anexo al parque de la Ciutadella, que actualmente se utiliza por vecinos del Casc Antic. "Será un polideportivo que tendrá las instalaciones habituales de estos equipamientos, piscina, gimnasio y pistas", explicaba Pep Sants, del distrito de Ciutat Vella.

La planificación aprobada esta semana por el distrito para los próximos tres años también insiste en el mantenimiento del espacio público y en el "incremento del verde" en los mismos. Dentro de ese plan se incluye la instalación de lavabos públicos en las plantas bajas de algunos puntos del distrito.

Otro equipamiento previsto, el de la piscina de Can Ricart, al lado de la Rambla del Raval, verá modificado su proyecto inicial. Así, la piscina con planta elíptica será sustituida por una forma tradicional que sirva a las necesidades de los vecinos del Raval que antes eran usuarios de las piscinas de Folch i Torras, derruidas por el precario estado en el que se encontraban.

JOAN SÁNCHEZ

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