Única solución
En los últimos meses se ha suscitado una polémica sobre la colocación de un bordillo que separe el carril bus del resto de la calzada para evitar su ocupación por los vehículos a los que no les corresponde su uso.
La solución no cabe duda que no es la mejor, pero en una ciudad en la que el respeto de las normas más básicas de tráfico es mínima y en la que la Policía Municipal no sanciona los incumplimientos, es la única que cabe tomar para defendernos de los incívicos, insolidarios e infractores.
Pagar impuestos no da derecho a aparcar mal y es una obligación del Ayuntamiento, no una discrecionalidad, hacer cumplir las normas y dirigir a un cuerpo de policía municipal bien pagado, que ni previene delitos, no digamos perseguir, ni sanciona los incumplimientos de las ordenanzas municipales en materia de tráfico.
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