Discriminación por no discriminar

El consejero de Enseñanza, Josep Bargalló, retirará la subvención a los colegios que segreguen por sexo porque "no puede haber discriminación alguna en aulas sostenidas con fondos públicos" (EL PAÍS, 7 de febrero). No acabo de entender por qué algunos partidos políticos parten de que el único sistema válido es la coeducación y lo intentan imponer a los padres condicionando los conciertos para que toda la enseñanza sea mixta. Cada modelo tiene sus pros y sus contras. Las escuelas mixtas no han logrado asegurar la igualdad de sexos ni de oportunidades en ninguna parte del mundo. Estoy a favor del pluralismo, que es efectivo cuando hay posibilidad real de opción. Lo progresista es que cada vez haya más libertad para todos a la hora de escoger lo que se considere mejor. Tiene gracia que al comprar un coche o un ordenador nos veamos inmersos en un mar de dudas entre una amplia gama de posibilidades y, en cambio, cuando uno quiere decidir la educación de sus hijos, tenga una sola opción. Tampoco podemos olvidar que estamos hablando de un Gobierno que, dadivosamente, subvenciona la educación con dinero público, que es la suma de nuestras contribuciones. Es decir, me obligan a comprar algo sin posibilidad de elección y con mi dinero.