"Ni la bandera de la plaza de Colón sirve para tapar el fracaso del PP"
"Ni la bandera de la plaza de Colón de Madrid, y mirad que es grande, sirve para tapar el fracaso de las políticas sociales del PP, ni la crispación que crean, ni la tensión territorial que provocan". Esta impresión la trasladó ayer el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a sus coordinadores electorales provinciales, que se llevaron a sus localidades las líneas generales de la campaña, los presupuestos que tendrán para la misma y, sobre todo, una inyección de ánimo, según señalaron algunos de los asistentes.
De entrada, Zapatero dio por supuesto que el PP, su candidato, Mariano Rajoy, y todos los miembros de ese partido atacarán a los socialistas "envolviéndose en la bandera de España". El líder del PSOE se mostró convencido de que los socialistas son más creíbles que el PP en educación, sanidad, vivienda, en lucha contra la precariedad laboral y en políticas de protección social. Por eso, a su juicio, "sacan lo que más les gusta: la unidad de España y el terrorismo, con lo que intentan tapar todo, la precariedad laboral, los contratos de diez y quince días, el fracaso de la política de vivienda, los salarios de menos de 600 euros, y el desastre de la inseguridad ciudadana y de la sanidad pública.
La recomendación de Zapatero a los suyos es que contrapongan las deficiencias de la política del PP, y también sus comportamientos públicos escasamente democráticos. "Dijeron que iban a hacer una ofensiva democrática y han pasado a ofender a la democracia", dijo. Zapatero insistirá en pedir a Mariano Rajoy que debata con él. Pero aventuró que quizá el candidato del PP no quiera porque no está en condiciones de responder "a las mentiras del Prestige y de la guerra de Irak". Si Zapatero tuviera delante a Rajoy le hablaría también de las deficiencias antes citadas y le soltaría sus propuestas.
En su afán de dar a los suyos argumentos para el optimismo, Zapatero presumió de programa, de equipo y de entusiasmo. A su juicio, la estrategia del PP de poner en duda la solidez de esos elementos imprescindibles para aspirar a gobernar el país no le ha dado resultado. Y de ahí que los populares arrecien "con la unidad de España". El líder del PSOE aprovechó para hablar de algunas de sus decisiones muy criticadas por el PP y que incluso despertaron alguna zozobra en sectores del propio partido socialista.
Recordó que se le criticó por ofrecer "pactos de Estado", que concretó en el Pacto contra el Terrorismo, que hoy volvería a ofrecer, aseguró. Se le criticó por oponerse al decretazo y, por tanto, por manifestarse en la calle con "los trabajadores". Lo volvería a hacer, dijo. Y también volvería a la calle "con millones de personas" para protestar contra la guerra de Irak. "Hoy podemos dar cuenta de todo lo que hemos hecho y yo puedo ir a cualquier debate sin bajar la mirada".
Campaña puerta a puerta
Entre tanto, el comité de estrategia escudriñaba si podía meter una cuña diferencial entre las campañas de Rajoy y del presidente del Gobierno, José María Aznar. El hecho de que en el entorno de Aznar se recomiende más dureza contra Zapatero les indica que los populares no deben de estar muy tranquilos. Pero ayer les enojó mucho la intervención de Aznar en el sentido de que el PSOE rompe España. El vicecoordinador del comité electoral, Alfredo Pérez Rubalcaba, tachó de "indecencia política" que el presidente utilice esos argumentos y juegue a "dividir a los españoles".
Los coordinadores provinciales supieron ayer que les tocará defender el proyecto de gobierno de Zapatero en una campaña directa con los ciudadanos, el clásico puerta a puerta, que será presentado el próximo viernes. El PSOE y Zapatero se presentarán como el partido y el gobernante que más cerca están de los ciudadanos.
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