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Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Ojo con los brigadistas

"No nos parece bien que Maigret se edite a medias, que haya obras tan mal traducidas, que se nos considere lectores de segunda categoría. Pensamos que una novela, pertenezca al género que pertenezca, tiene que estar por encima de todo bien escrita y que los malos lectores no son exclusiva de la negritud. Somos todos eslabones de una misma cadena, y deseamos, por encima de todo, buenas lecturas, buenas críticas y mejores editores". Extracto del manifiesto de una nueva asociación que ayer se presentó en sociedad, Brigada 21.

Se juntaron el hambre con las ganas de comer. Los de la biblioteca La Bòbila de L'Hospitalet, especializada en novela negra, los de la librería Negra y Criminal y un grupo de lectores a los que es fácil ver con asiduidad en uno u otro lugar, optaron por que la lectura no es pasiva. Y al ataque. Decidieron sacar una publicación, mejor dicho un fanzine, y se dieron cuenta de que para conseguirlo tenían que crear una asociación. El nombre, tanto de la asociación como de la revista, tiene pedigrí: su referente es la película Brigada 21, de William Wyler. "Nos llamamos Brigada 21 cuando aún no sabíamos que era el nombre elegido por Manolo Vázquez Montalbán para titular aquella revista que acabó llamándose Gimlet. Enterarnos nos confirmó que íbamos por el buen camino", explicó el capo de la asociación y director del fanzine, Vicenç Llorca, que no tiene nada que ver con el escritor y ex director de Promoción Cultural de la Generalitat.

Lectores, libreros y bibliotecarios crean en Barcelona Brigada 21, una asociación de aficionados a la novela negra

Los brigadistas tienen como ejemplo la asociación francesa 813, inspirada en una novela de Gaston Leroux. Son 813 socios, ni uno más, y hay ciento y pico de aficionados en lista de espera. Los de la 21 no alcanzan ni el guarismo de su nombre. Son ocho: Llorca y Mercedes Gallego, lectores; Paco Camarasa y Montse Clavé, de Negra y Criminal; Jordi Canal, director de La Bòbila; los escritores Francisco González Ledesma y Andreu Martín y el periodista y escritor Carles Quílez.

"Ocho por ahora", insistieron. Ser socio cuesta 30 euros al año y da derecho a un carnet, que casi da miedo: la foto, una calavera, eso sí, bastante risueña. Da derecho a más cosas: descuentos, suscripción al fanzine Brigada 21, a algún libro de regalo (en el futuro), y a organizarse. Darán premios, que se fallarán a finales del próximo mes, a seis libros publicados en 2003: a las mejores novelas publicadas en castellano y en catalán; a las mejores traducciones en castellano y en catalán; a la mejor primera novela y a la mejor portada. Sólo este galardón tiene nombre, Florenci Claver, en homenaje al dibujante de cómic y portadista fallecido hace unos años.

Los premios negros no tendrán dotación económica, pero los brigadistas se han comprometido con varias librerías para que los exhiban en lugares destacados. Es una de las primeras iniciativas. Otra es exportar al resto de España la asociación o similar, así como estimular los clubes de lectura de novela negra.

Los brigadistas aseguraron que van a dar bastante guerra. La primera será amable: pedir al Ayuntamiento de Barcelona que dé el nombre de una calle a Pepe Carvalho. "Todo el mundo sabe de Baker Street [donde vivía Sherlock Holmes en Londres]. Vázquez Montalbán ha hecho popular a Barcelona en medio mundo con su detective. Se lo merece". Opinan que los munícipes serán receptivos, pero si no les hacen caso piensan pedir ayuda para su causa a los gremios de editores, de libreros y de distribuidores y, por supuesto, a las asociaciones de vecinos.

La otra batalla es un poco más dura y su objetivo son los editores "que descatalogan y guillotinan libros, como Planeta o Random House Mondadori". "Sería mucho mejor que los saldasen, que los regalasen a bibliotecas o a los clubes de lectura". Reivindicaron unánimemente el mercado de segunda mano y las ediciones de bolsillo, que alargan la vida del libro, condenado en general a desaparecer con demasiada rapidez.

La lista de ejemplos que dieron impresiona. La novela negra más leída en La Bòbila, New York Graphic (2002), de Adam Lloyd Baker, fue descatalogada por Mondadori, mientras que los lectores se disputaban los ejemplares de la biblioteca, explicó Jordi Canal. Prótesis, novela emblemática de Andreu Martín que dio origen a la película Fanny Pelopaja, está descatalogada. La última editorial que la publicó fue Planeta en 1995. En Negra y Criminal tienen una lista de 25 clientes a la espera de conseguir un ejemplar. Un éxito de la librería, dijo Paco Camarasa, fue conseguir tres ejemplares de Barcelona Connection, también de Martín, descatalogados en el otro lado del Atlántico. No se encuentra nada, afirmaron, de David Goodis, uno de los clásicos norteamericanos, ni tampoco El cartero siempre llama dos veces, de James McCain. Historias de fantasmas, de Vázquez Montalbán, también está agotado y es difícil hacerse con Tatuaje. El anuncio de Planeta de que reeditará todo Carvalho les calma un poco, pero no les parece bien que los dos primeros títulos, aparecidos en noviembre, Los pájaros de Bangkok y Los mares del Sur, hayan salido sin numeración. "Deberían haber editado primero Yo maté a Kennedy y Tatuaje". Tranquilos. Planeta tiene prevista su publicación en marzo y ese mes empezarán la edición de Carvalho en catalán: Els mars del Sud y El premi.

Los brigadistas se ofrecieron para asesorar a las editoriales, dijeron ayer, entre risas y bromas, mejillones y vino blanco, en Negra y Criminal. Con la marcha que llevan, son capaces.

En su fanzine Brigada 21 piensan dedicar un apartado a "hacer públicas las malas prácticas editoriales". "Sugeriremos cosas que podrían hacer y que nos harían muy felices a los lectores". No todo fue crítica: RBA tiene una espléndida Serie Negra, Tusquets edita muy buenos títulos, no hay que olvidar a Berharnd Schlink, de Anagrama...

En los clásicos colores negro y amarillo, un pelín descolorido, el pequeño fanzine será cuatrimestral. Prometieron que el número uno será mejor que el cero. Éste ofrece casi de todo. Desde una receta culinaria de Agatha Christie (tarta inglesa de chocolate light sin arsénico) hasta un pasatiempo de detectives, una tira cómica (El inspector Torp), reseñas de libros, noticias y un editorial que empieza con una cita de Raymond Chandler.

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