La piratería ocasiona en la UE pérdidas fiscales de más de 20.000 millones al año
Las marcas de ropa y los artículos fonográficos son los que más falsificaciones sufren
El Parlamento Europeo ha acogido durante una semana una curiosa exposición: tenderetes con camisetas de marcas deportivas, discos propios del top manta, cosméticos y detergentes. Ha sido una manera de llamar la atención sobre un problema con dimensiones de epidemia en expansión, la piratería, que se ceba en el textil y en los productos fonográficos generando a la UE pérdidas fiscales de más de 20.000 millones de euros cada año. La Eurocámara aprobará a final de mes una directiva que intenta garantizar el respeto a los derechos de propiedad intelectual.
El récord se pulveriza año tras año. En 2002, los servicios de aduana de la Unión Europea interceptaron casi 85 millones de objetos pirateados, pero ya durante sólo el primer semestre de 2003 se cortó el paso a más de 50 millones de objetos. Son los datos que están manejando los eurodiputados involucrados en la confección de la nueva directiva que a su vez le han proporcionado la Comisión Europea y Euratex, la organización textil europea, entre otras entidades. Unas cifras concluyentes que advierten no sólo de los prejuicios para los fabricantes europeos, sino también de las arcas recaudatorias de los Quince.
CD (audio, juegos y programas informáticos), DVD y casetes son los productos preferidos por los mercenarios de la piratería. Casi la mitad de los artículos interceptados pertenecen a esta categoría. Sólo en el terreno de los programas informáticos, la Business Software Alliance calcula que en 2000 las pérdidas fueron de 3.000 millones de dólares. El sector cultural europeo evalúa sus pérdidas totales en 4.500 millones de euros anuales.
La piratería se ceba económicamente, sin embargo, en el textil. Mientras que en el sector fonográfico representa entre el 10% y el 16% de las ventas, el porcentaje sube hasta el 22% de las ventas del calzado y la confección. Una prácticas que afecta sobre todo a las grandes marcas francesas e italianas, pero que se ha trasladado con mucha pujanza en los últimos años hacia las prendas deportivas.
Las pérdidas fiscales totales, según un estudio del Centre for Economics and Business Research (CEBR) hecho en 2000 y que no incorpora la fonografía suman más de 20.000 millones de euros: 7.581 en textil, 3.731 en juguetes y objetos deportivos, 3.017 en perfumes y cosméticos y 1.554 en productos farmacéuticos. Tales pérdidas pueden ser ahora muy superiores si se tiene en cuenta la velocidad de este fenómeno ya que, según Bruselas, la piratería se triplica de un año para otro.
Euratex ha clasificado las marcas textiles preferidas por los falsificadores y que son, por orden de importancia: Nike, Adidas, Polo Ralph Lauren, Ferrari, Louis Vuitton y Hugo Boss. Los seis países de los que suelen proceder tales productos falson son, también por orden de importancia, Tailandia, Turquía, China, República Checa, Taiwan e India.
A las pérdidas económicas hay que añadir las pérdidas de empleos en todos los sectores afectados, que según la Comisión se elevan a 100.000 cada año.
Directiva europea
La directiva que el pleno del Parlamento Europeo prevé aprobar el próximo día 25 de febrero intenta garantizar el respeto a la propiedad intelectual reclamando a los Estados miembros que impongan sanciones efectivas, proporcionadas y disuasorias y que todos los protagonistas de la infracción sean declarados responsables. La llamada euroorden, que entró en vigor el pasado 1 de enero y que establece el reconocimiento mutuo de las decisiones judiciales, cubre también los delitos de piratería, lo que debería facilitar su persecución. Sin embargo, existe un cierto escepticismo sobre los resultados concretos de esta normativa.
"La cooperación aduanera es fundamental en este terreno", dice la eurodiputada de Uniò, Concepciò Ferrer. "Esta lucha hay que tomársela muy en serio porque a los sectores implicados se les pide innovación y marca, pero luego se les deja desprotegidos frente a la copia y la falsificación". El sector textil, recuerda Ferrer, está atrapado, además, entre este problema, la crisis de la industria europea frente a la producción asiática y la eliminación de los aranceles prevista para 2005.
Para el eurodiputado del PP Marcelino Oreja Arburúa, la importancia de esta directiva es que incorpora a los países de la adhesión a una nueva cultura antipiratería.
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