"Los agresores jóvenes siguen creciendo con patrones de dominio"
Inmaculada Montalbán Huertas, magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) desde 2003, es una de las pocas juristas especializadas en la violencia machista. La juez pelea para formar a sus colegas -les acompaña a visitar centros de mujeres maltratadas en los cursillos que imparte- en un campo que sigue fuera del mundo académico a pesar de que cada año genera más muertes. En 2003, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le concedió el premio Rafael Martínez Emperador por un trabajo sobre el tema. Preside la Comisión de Violencia de Género de Jueces para la Democracia y participa en el observatorio del CGPJ.
Pregunta. ¿Difundir las muertes por malos tratos puede generar un efecto dominó?
Respuesta. No tiene por qué. La clave del aumento está en que los hombres no aceptan que la mujer ejerza su libertad. En el momento en que la mujer dice que no aguantará más, el hombre impone su papel dominante. Lo que se debe exigir es un tratamiento de las noticias que eviten los detalles morbosos y los testimonios que absuelve al agresor. Quien mata a una mujer no realiza una heroicidad sino una barbarie. Los potenciales agresores que ven la tele deben recibir el mensaje de que es un hecho bárbaro y no recibir mensajes exculpatorios.
P. ¿El machismo mata?
R. Sí. Totalmente. Hay una forma de criminalidad que es el feminicidio, que usan mucho en América Latina y es muy significativo porque revela que el hombre mata a una mujer por el hecho de ser mujer. Existe el dolo, la intención clara, de matar a la mujer por ser mujer.
P. En los países nórdicos, más avanzados en la igualdad, hay tasas de mortalidad mayores que la española. ¿Quiere decir que esto es sólo el principio?
R. La idea de violencia contra la mujer y su extensión es relativamente reciente, de 1993. La ONU reformula el derecho a la no violencia contra la mujer. Aunque veamos esas sociedades avanzadas técnica y socialmente, en el ámbito de las relaciones interpersonales siguen la misma pauta y han empezado a investigar y cuantificar los malos tratos con los organismos internacionales.
P. ¿Está satisfecha con la sensibilidad de sus colegas?
R. Ha habido un avance en la sensibilización de los jueces en esta materia a la hora de interpretar y aplicar las leyes, pero creo fundamental la formación específica para subsanar la ausencia de enseñanzas. Nadie nos ha enseñado en las facultades ni durante la preparación de las oposiciones.
P. ¿Debería estudiarse en las facultades de Derecho?
R. Debería incluirse el estudio de esta materia como un fenómeno criminal específico con características propias y analizarlo de manera global.
P. ¿Qué es lo más urgente?
R. Garantizar la aplicación de las leyes nuevas y la coordinación entre instituciones cuando tiene que actuar el juzgado de guardia para evitar que la víctima ande deambulando buscando papeles. Eso no ocurre en todas partes. También es necesario que al juez de guardia se le proporcionen medios auxiliares como equipos psicosociales, porque tiene que resolver en 72 horas a quién le dará la custodia de los hijos, por ejemplo.
P. Ha dicho en su intervención que las leyes no bastan.
R. Se necesitan leyes que se apliquen, pero además se necesitan actuaciones desde otros ámbitos como el educativo, donde hay que evitar la educación sexista, o en los medios de comunicación, evitando la desvalorización de la imagen de la mujer que se sigue viendo. También se necesita un compromiso institucional para lanzar el mensaje de que no existe tolerancia ante los malos tratos.
P. También ha alertado sobre la juventud de algunos maltratadores.
R. En la última memoria de la fiscalía del TSJA se constataba un aumento de los agresores jóvenes en violencia de género. Son jóvenes que han sido socializados en la agresividad y en una posición de superioridad. Siguen funcionando correas de transmisión que socializan a los hombres en patrones de dominio.
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