La cuesta de febrero
Los afectados de Eurobank seguimos teniendo cuesta en febre-
ro. Nos gustaría habernos olvidado de Eurobank, de esa pesadilla que vivimos desde la primavera o el principio de verano de 2003 cuando esa entidad donde colocamos nuestros ahorros se declaró en crisis, en un principio, para poco después declararse en suspensión de pagos.
¿Quién diría que vivimos en un país que dice defender a sus ciudadanos?
Es difícil, para nosotros, que nos lo creamos. Es un sentir general entre nosotros. Nos sentimos abandonados por la justicia. Tenemos la ley de nuestra mano pero no se aplica: Eurobank tiene liquidez suficiente para levantar la suspensión de pagos y abonarnos lo que nos deben, pero ni Eurobank lo hace ni el Banco de España se lo exige, con lo que están cometiendo una ilegalidad radical contra miles de depositantes.
Eso sí, están permitiendo prolongar la suspensión de pagos, lo que beneficia a los accionistas.
Exigimos una solución inmediata a este atropello. Queremos que nuestras familias puedan disfrutar de los ahorros de toda una vida y no que unos banqueros jueguen con nuestro dinero sacando beneficios de ellos.
No nos van a callar hasta que se haga justicia y recuperemos hasta el último euro que nos deben.
