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La limpieza de la Concepción, en huelga

Los servicios mínimos garantizaron la higiene en quirófanos y cuidados intensivos

La clínica de la Concepción, propiedad de la Fundación Jiménez Díaz, presentaba a las siete de la mañana de ayer un aspecto similar al de otras jornadas: pasillos limpios y despejados para recibir a los pacientes. Pero el aspecto del hospital era muy diferente unas horas más tarde: cientos de papeles y restos de suciedad cubrían los vestíbulos de entrada y los pasillos, como muestra evidente de la primera jornada de una huelga indefinida convocada para evitar el despido de los 155 trabajadores de la limpieza, y que fue secundada por todos ellos, según los sindicatos.

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LA LIMPIEZA DE LA CONCEPCIÓN, EN HUELGA.
Desconvocada la huelga de limpieza en la clínica madrileña de La Concepción

Una alfombra de diminutos papeles de periódico, minuciosamente cortados con tijeras, cubría a modo de alfombra los vestíbulos de entrada a la clínica de la Concepción y se extendía por los pasillos hasta los despachos de la dirección del centro. En las zonas libres de papeles se podían observar restos de tierra procedentes de las macetas que adornan la zona de la gerencia, vasos de café derramado, cáscaras de pipas, pañuelos desechables, bolsas de basura apoyadas contra la pared y otros desperdicios, como las típicas calzas (de color verde transparente) que usan el personal sanitario y los pacientes para transitar por las zonas que requieren especial asepsia.

Pero los pacientes y familiares que acudían a las consultas no necesitaban ver toda esa acumulación de restos para percatarse de que la Fundación Jiménez Díaz vivió ayer la primera jornada de una huelga indefinida en protesta por la sustitución de la contrata de limpieza: un grupo de unos 80 trabajadores de ese servicio estuvo concentrado ante la entrada principal con pancartas en las que denunciaba el despido de todos ellos.

Según la Consejería de Sanidad, sus técnicos realizarán una inspección diaria del centro, mientras dure la huelga, "para comprobar que sigue reuniendo las condiciones higiénico-sanitarias". Sanidad negó que el resultado de las inspecciones vaya a hacerse público.

La Fundación Jiménez Díaz e Ibdycsa (integrantes de la unión temporal de empresas adjudicataria de la gestión de la clínica) tienen contratada la limpieza del centro con una empresa externa, Eurolimp. Pero ese contrato finaliza el 28 de febrero y la dirección del centro ha decidido no renovarlo y realizar la limpieza con personal propio.

El problema radica en que el convenio de limpieza de edificios y locales tiene un artículo que, en caso de cancelación de contrato, establece la subrogación automática del personal. Es decir, la Fundación Jiménez Díaz tendría que hacerse cargo de los trabajadores de Eurolimp.

Contratos nuevos

"Pero la dirección dice que nadie quiere quedarse con nosotros. Harán la limpieza directamente con contratos nuevos", explicaron Marisa y Antonio, dos de los concentrados ante el hospital. Ambos llevan más de 10 años trabajando en el centro y hay compañeros que tienen contratos con 20 años de antigüedad.

Tanto la dirección como los portavoces de UGT y CC OO coincidieron en que los servicios mínimos (un trabajador por planta) se estaban cumpliendo "escrupulosamente" para garantizar la asepsia de los servicios esenciales (quirófanos y unidades de cuidados intensivos). Las dos partes en conflicto discrepaban, en cambio, sobre la voluntad de diálogo. Manuel Díaz, de UGT, y Jesús Fernández, de CC OO, criticaron que la dirección de la clínica no quiere hablar y que la Consejería de Sanidad "se lava las manos". "Hablamos de la pérdida de muchos empleos y del incumplimiento de un convenio", se quejó Fernández.

Desde la gerencia de la clínica apuntan que "las negociaciones no están paradas". "Aunque es difícil hablar teniendo en cuenta la postura de fuerza y la agresividad que tienen ahora los representantes sindicales", asegura la dirección. El próximo jueves se reunirá la comisión paritaria del convenio de Limpieza de Edificios y Locales para estudiar la subrogación que reclama el personal. Hasta ahora, la dirección ha ofrecido contrato indefinido a 59 trabajadores. Otros ocho tendrían contratos temporales. "El centro cuenta ya con 44 trabajadores. Con los nuevos contratos habría 107 y con ese número pensamos que se puede hacer la limpieza", explican desde la gerencia. "Está claro que la nueva dirección ha entrado para hacer una limpia de personal con el fin de abaratar costes", concluyó Manuel Díaz, de UGT.

ULY MARTÍN

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