Solana compara el éxito de la mediación en Irán y Libia al fracaso de Irak
Habermas, Rocard, Held y D'Amato analizan en Barcelona el modelo de seguridad europea
"Cuando se ha intervenido con medios diplomáticos para la detección de armas de destrucción masiva, como en el caso de Irán y el de Libia, ha sido un éxito; cuando se ha hecho por medio de la fuerza militar, como en Irak, un fracaso". Esta comparación sirvió ayer al Alto Representante de la Política Exterior y la Seguridad Común europea (PESC), Javier Solana, para reivindicar el concepto de "multilateralismo eficiente" como uno de los principales pilares en que debe descansar la estrategia de seguridad de la Unión Europea. "Nuestro vecindario no debe ser defendido por otros", indicó Solana, "tampoco necesitamos competir militarmente con EE UU, pero sí que tenemos que invertir más en defensa para disponer de capacidad militar".
Solana participó ayer en Barcelona en el seminario Guerra y paz en el siglo XXI. Construyendo una Europa diversa para la seguridad global, organizado por la Fundación CIDOB, el Ayuntamiento de la capital catalana y el Fórum de las Culturas, junto al filósofo Jürgen Habermas; el ex primer ministro francés Michel Rocard; el ex primer ministro italiano Giuliano D'Amato; el profesor David Held, de la London School of Economics, y el profesor Tariq Modood, de la Universidad de Bristol (Reino Unido), entre otros.
Los servicios de inteligencia
El responsable de la política exterior de la UE criticó la actuación de los países europeos a lo largo del proceso de la guerra de Irak, cuya desunión propició el desenlace, y fue especialmente crítico con el papel determinante que los servicios de inteligencia occidentales jugaron en desencadenar conflicto. "Hemos estado en manos de la comunidad de inteligencia, una situación muy poco confortable", dijo. "Los jefes de Estado que apoyaron la guerra, incluido el propio [presidente norteamericano] George Bush, se justifican ahora diciendo que se creyeron los informes que les daban sus espías", añadió.
David Held, al igual que Solana, no descarta el uso de la fuerza, pero "sólo como la afirmación del derecho internacional". El autor de La democracia cosmopolita apuntó que "la crisis del multilateralismo es más profunda y sostenida de lo que muchos queremos creer". La globalización, aseguró, tiene también aspectos tan positivos como la extensión del concepto de derechos humanos y del Estado de derecho. Pero los acontecimientos del 11 de septiembre de 2002, en su opinión, han configurado una respuesta equivocada a los retos que plantea.
El concepto de identidad europea fue abordado tanto por Habermas como por Rocard y Modood. La complejidad de las actuales sociedades hace inútil, según todos ellos, la pretensión de crear una identidad similar europea al estilo de la que, idealmente, proporciona el Estado-nación tradicional. Se trataría, según el filósofo alemán, de establecer un mínimo de elementos solidarios "que otorguen a Europa la capacidad de actuar en la escena mundial". Según Rocard, la paradoja europea consiste en que, pese a que tiene una fuerte identidad, siempre se ha negado a dotarse de una identidad política.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.