Gestión compartida en L'Altet
Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) dispone de radares para seguir el tráfico aéreo y cubre casi todo el territorio nacional. Una de las excepciones es Alicante. Los radares ubicados en la Sierra de Aitana desde los que controlan las entradas y salidas del aeropuerto de L'Altet son de propiedad militar.
Un portavoz de AENA explica: "Como empresa de servicios intentamos atender todo el territorio, pero en ocasiones tenemos que compartir instalaciones militares, del mismo modo que el Ejército recurre a nuestros servicios en otras áreas". Además, la instalación de antenas de radar, que son inocuas, suelo tropezar con resistencias vecinales.
El control terminal de los vuelos que aterrizan o despegan de L'Altet se desarrolla con normalidad salvo en algunas ocasiones debido al desarrollo de maniobras o ejercicios militares. Si el radar está disponible, se puede seguir la ruta de varias aeronaves que mantienen distancias regulares de cinco minutos entre sí. Pero cuando no opera, es imprescindible que la torre de control aviste un avión antes de permitir que otros descienda desde la cota que gestiona el centro terminal.
El crecimiento exponencial de vuelos que recibe Alicante exige todas las atenciones según los trabajadores.
Lo mismo que las nuevas compañías especializadas en vuelos a bajo precio, que han multiplicado el tráfico también en el aeropuerto de Manises, y que no pueden permitirse acumular retrasos porque la esencia de su oferta consiste, precisamente, en operar con la regularidad y austeridad de servicios que ofrece un autobús de línea.
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