Cotino admite una mayor presencia del crimen organizado en el territorio
Juan Cotino, delegado del Gobierno, afirmó por dos veces entre el pasado jueves y el pasado viernes que el crimen organizado está asentado en la Comunidad Valenciana, que el número de organizaciones a él dedicadas es cada vez mayor por "la globalización de la delincuencia y la facilidad que supone para sus movimientos la supresión de las fronteras". Reconoció que las bandas procedentes de países del Este habían blanqueado importantísimas cantidades de dinero en la costa del territorio valenciano -activando inversiones como las que en su día se registraron en Alemania- y que la dificultad para actuar sobre esos grupos reside en buena parte en la forma de afrontar esos delitos en los países de origen. Cotino se resistió una vez a hablar de mafias, aunque admitió que ese proceder existe en relación con la prostitución también en Valencia.Interpol ha vuelto a reconocer la creciente presencia de bandas de crimen organizado en la Comunidad Valenciana. Y el delegado del Gobierno, Juan Cotino, no ha podido por menos que reconocer que así es, aunque en sus recientes comparecencias públicas no facilitó datos sobre los resultados que la actuación policial contra ellas ha dado en 2003.
Lo que sí admitió Cotino es que las bandas dedicadas al tráfico de drogas han creado "una nueva forma de esclavitud, la del tráfico de seres humanos". Según el delegado del Gobierno, las bandas turcas siguen siendo las que controlan el tráfico de heroína, las de colombianos la cocaína, las de magrebíes el hachís y las de centroeuropeos el éxtasis y las drogas de diseño.
Las novedades respecto a ese retrato básico que no ofrece grandes diferencias a lo que históricamente ha sido son: la incorporación de nuevas prácticas delictivas a su actividad habitual, entre ellas la del tráfico de seres humanos y muy especialmente la prostitución; una mayor interrelación entre grupos más pequeños con más movilidad debido a la supresión de las fronteras; y la una importante actividad de blanqueo de dinero a través de la compra de inmuebles, que la propia policía reconoce que ha sido muy importante en algunos municipios del su de la provincia de Alicante.
Internet
Una particular economía de escala se ha impuesto como máxima en las bandas de crimen organizado. De tal forma que la misma organización que introduce ilegalmente inmigrantes en España, o lo intenta, a través de pateras, mueve fardos de hachís y se relaciona con operativos especializados en la prostitución. Cotino incluyó un elemento más del que se conoce bastante menos el alcance pero sobre el que están puestos muchos efectivos y es la utilización por parte de esos grupos de crimen organizado y tráfico de estupefacientes de ámbito internacional de Internet.
El conjunto de esas prácticas está tejiendo una red de actividades varias dedicadas a blanquear el dinero procedente de ellas que se asemeja a que hace años ya empezaron a vivir Italia y Alemania. A la costa de la Comunidad Valenciana llegan inversiones incontroladas procedentes de países del este de Europa. Cotino afirmó que "son complicadas de conectar porque es muy difícil operar con los países de donde provienen".
Aunque el delegado del Gobierno negó la mayor sobre la existencia de mafia en el sentido estricto -aunque el diccionario de la Real Academia Española admite como segunda acepción la de organización clandestina de criminales sin más- en territorio valenciano, sí reconoció que es posible que en relación con la prostitución sí existan. Además, admitió que en el secuestro de algunos empresarios sí se ha investigado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.