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Reportaje:LAS SECUELAS DE LA ENTREVISTA DE CAROD CON ETA

"Equivoqué la forma, no el fondo"

El ex 'conseller en cap' recuerda que los Gobiernos de UCD, PSOE y PP han negociado con ETA tras muchos contactos

Enric Company

Josep Lluís Carod Rovira dio ayer en el Parlamento catalán una extensa explicación de los motivos por los que acudió a su cita con ETA. Los resumió, en general, en la defensa del diálogo como paso necesario para acabar con la violencia. Y, en concreto, con la pretensión de "tomar la temperatura a ETA", como tantas veces han hecho emisarios de todo tipo. El ex conseller en cap (consejero jefe) dijo haberlo hecho "a petición de ETA" y con la esperanza de traerse una tregua "parcial o tal vez definitiva". De lo que allí se habló, ni una palabra.

Pero no hubo tal tregua, y eso le obligó a admitir ante la Diputación Permanente, convocada ex profeso para debatir el asunto, que la prudencia aconsejaba no haber acudido "personalmente" al encuentro. "Me equivoqué en la forma como conseller en cap, pero no en el fondo como secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)", reconoció.

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Para la defensa del diálogo, Carod citó una frase del obispo surafricano Desmond Tutú, premio Nobel de la Paz. Recordó que al recibir la medalla de oro del Parlamento catalán, Tutú había explicado que "la paz se hace con el enemigo" y que, entonces, todos los diputados, todos, le habían aplaudido con entusiasmo.

El ex conseller en cap reconoció que debió haber previsto la utilización que los "sectores involucionistas", a cuyo frente puso al presidente del Gobierno, José María Aznar, harían de la entrevista con ETA. "Lamento haber perjudicado al Gobierno

", dijo, "y por esta razón puse el cargo a disposición del presidente".

Para la defensa de su actuación, Carod explicó que en todo proceso de intermediación hay quien genera ideas, quien facilita el diálogo, quien convoca y quien explora. Su función era explorar, dijo. Para demostrar que sabía de qué hablaba recordó que eso mismo fue lo que hizo en 1991 con dirigentes de Terra Lliure, la organización terrorista catalana que pretendía seguir la vía de ETA y que acabó disolviéndose después de un proceso de negociación tras su abandono de las armas. Por eso, Carod preguntó desafiante a los diputados "qué habría pasado si hace 14 años el Gobierno español hubiera interceptado la primera reunión" con Terra Lliure. Se respondió a sí mismo que la violencia en Cataluña "se habría alargado más tiempo".

Antes de que los portavoces de CiU y del PP en este debate, los diputados Josep Antoni Duran Lleida y Josep Piqué, respectivamente, le acusaran, como hicieron luego, de actuar con "ingenuidad" e "irresponsabilidad" y "afán de protagonismo", Carod reconoció que en política cuentan los resultados y afirmó que había preferido correr el riesgo de un fracaso. ETA había dado a entender que podía haber algo positivo y eso "se olía en el ambiente", dijo. "¿Qué habría pasado, si de regreso de la reunión, ETA hubiera anunciado la tregua? Valía la pena intentarlo".

Para denunciar el "linchamiento mediático" al que se siente sometido, Carod recordó que ha hecho "lo mismo que todos los Gobiernos españoles: el de UCD, el del PSOE y el del PP, en Argelia, Francia, Bélgica, Suiza, Cabo Verde y la República Dominicana". Leyó una lista de participantes en estos encuentros: Julián Sancristobal, Rafael Vera, Manuel Ballesteros, Julen Elgorriaga, Nicolás Martín Cinto. De los dos últimos que se conocen, Javier Zarzalejos y Ricardo Martí Fluxà, destacó que lo hicieron "en nombre del Gobierno de Aznar". Dijo que acciones como la suya las han emprendido "infinidad de partidos y periodistas" e incluso "entornos de algún Estado europeo". Y por eso acusó de "hipocresía" a quienes le acusan ahora. También recordó que, en 1978, Josep Tarradellas tuvo en Francia un encuentro con similares intenciones con Txomin, entonces dirigente de ETA.

Carod acusó al PP de "criminalizar" a cuantos no comparten su posición sobre la situación política de Euskadi. Calificó esta estrategia de "intolerante y miope". En esta política de "tierra quemada", dijo, "han convertido en enemigo" al presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, que había apostado "como el que más" por el fin del terrorismo, y "han amargado la vida al alcalde Odón Elorza". También reprochó a los populares utilizar esta situación para llevar a cabo una "apropiación indebida" del Estado, de sus fuerzas de seguridad, de la democracia y de un poder judicial "que querrían controlar en su totalidad". Ahora, agregó, "dan de mí una imagen totalmente falsa", y aprovechan para ir "contra Esquerra, contra el Gobierno de la Generalitat y contra el PSOE".

El resultado de esta política está siendo, dijo, que "la distancia espiritual entre Cataluña y España, que ya era importante, se ensanche, y quien sabe si quizá se haga insalvable". "Ésta es la España que deja Aznar", sentenció.

Josep Lluís Carod Rovira, durante el debate.
Josep Lluís Carod Rovira, durante el debate.CARLES RIBAS

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