Sólo 3 de 130 afectados por el trasvase firman acuerdos de expropiación

Solamente tres de los 130 propietarios de Alcanar (Montsià) afectados por unas expropiaciones con las que el Ejecutivo central pretende construir un canal de cuatro kilómetros de longitud para trasvasar agua del Ebro en Vinaroz (Castellón) han alcanzado un acuerdo con Trasagua, la empresa que gestiona las obras del Plan Hidrológico Nacional (PHN). Así lo explicó ayer el alcalde de Alcanar, Ricard Bort (PSC), quien añadió que ahora se abre un periodo en el que los afectados deberán decidir si impugnan las expropiaciones ante los tribunales o bien optan por negociar con Trasagua.

Esta empresa terminó ayer un proceso de firma del inicio de las expropiaciones que comenzó el miércoles, y se topó con la intención de la mayoría de afectados de anular el procedimiento con el argumento de que las actas no estaban redactadas en valenciano.

Si bien esta argucia legal sirvió para retrasar durante el miércoles el proceso de firma -sólo 30 de los 50 citados ese día cumplieron el trámite-, el proceso se aceleró al día siguiente y ayer a mediodía los 130 propietarios ya habían despachado con Trasagua.

Bort puso ayer sus esperanzas de parar las obras de este canal en la próxima reunión del consejero de Medio Ambiente, Salvador Milà, con la ministra del ramo, Elvira Rodríguez, en la que Milà, según Bort, pedirá a la ministra que no autorice el inicio de los trabajos hasta después de las elecciones.

Por su parte, ayer mismo el consejero de Medio Ambiente ofreció la colaboración de su departamento a los ayuntamientos de Alcanar y Ulldecona para defender y asesorar jurídicamente a las personas afectadas por las expropiaciones. Milà se entrevistó ayer con Ricard Bort para expresar su solidaridad con ambos municipios.

El departamento, a su vez, remitirá en los próximos días a los asesores jurídicos de los propietarios afectados la documentación y los informes "que les puedan servir de ayuda e interés", mientras en paralelo ya está acelerando los trabajos para delimitar "nuevas zonas protegidas en el ámbito del delta del Ebro".

El canal de cuatro kilómetros previsto por el PHN en Vinaroz no conecta con ninguna otra infraestructura ni al norte ni al sur, por lo que los propietarios temen perder sus tierras, dedicadas al cultivo de cítricos, para una obra que en sí misma no tendrá ninguna utilidad.