La Caixa gana un 23% más por el alza del negocio y las menores provisiones

La Caixa ganó el año pasado 840 millones de euros, un 23,1% más que en 2002. El incremento del beneficio se explica por el mayor aumento del negocio (21%), el tirón de las hipotecas, así como los menores saneamientos. A pesar de todo, no ha alcanzado los 963 millones obtenidos en 2001. En 2002, la entidad sufrió una seria caída por la crisis argentina. La Caixa aprobó un plan a tres años para ser más rentable, solvente y eficiente.

Acompañado del director general de la primera caja española, Isidre Fainé, y del director general del grupo, Antoni Brufau, Ricard Fornesa, presidente de La Caixa, dio cuenta por primera vez de los resultados de 2003. Ese ejercicio supuso dejar atrás los elementos de distorsión que provocaron pérdidas en Telefónica (por Argentina y la caída de valor de las licencias UMTS), así como en Repsol, Gas Natural y Endesa, afectados por la crisis latinoamericana.

La aportación de las empresas participadas por La Caixa, que posee la mayor cartera industrial valorada en 12.889 millones, ha influido mucho en el resultado. Estas sociedades, entre las que se encuentran también Aguas de Barcelona (23,1%) o Inmobiliaria Colonial (47,9%), generaron para la caja 362 millones de euros en dividendos (un 26,7% más) y una contribución por resultados de 824 millones (un 21,4%).

Coincidiendo con la futura implantación de nuevas normas internacionales de contabilidad (NIC), la Caixa se concentrará en las compañías donde tiene posición dominante, prescidiendo del resto. Así, podría abandonar Endesa (5%) y Deutsche Bank (3,8%). En Abertis y Gas Natural, otros pilares del grupo, la entidad ha aumentado su participación un punto porcentual en 2003.

Fornesa y el director general Brufau subrayaron que no había que interpretar "a la defensiva" el aumento en Gas Natural y que el enfrentamiento con Repsol por la fracasada OPA sobre Iberdrola está "superada". Brufau aseguró "no saber" cuánto tiene hoy Repsol en la gasista.

Fainé comentó que el volumen de negocio avanzó un 20,7%, casi lo mismo que los recursos de clientes, que ascienden a 8,7 millones. El boom inmobiliario permitió que las hipotecas crezcan un 24,1%. El ratio de morosidad bajó del 0,51% a un 0,43%, por debajo de la media del sector, aunque su eficiencia, el 58%, es peor que la de sus competidores.

La Caixa presentó un plan a tres años con el que quiere incrementar el beneficio un 55% (hasta los 1.300 millones); elevar la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) desde el 15,4% actual al 18%, y mejorar la eficiencia hasta el 50%.

Fornesa quiere reforzar el papel social de la caja, por lo que creará un holding que se ocupará de construir 1.000 viviendas sociales; realizar microcréditos para personas con dificultades de acceso a las entidades y lanzar una libreta sin gastos para ese mismo público.