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COMUNICACIÓN

Directivos de televisión califican de "déficit democrático" la falta de debates electorales

CNN+ plantea a los profesionales una reflexión sobre '¿Adónde van los informativos?'

Rosario G. Gómez

Representantes de las principales cadenas de televisión, públicas y privadas, criticaron ayer la proliferación de contenidos "rosas y amarillos" en los programas informativos y el "déficit democrático" que supone la ausencia de debates electorales entre los principales candidatos a la presidencia del Gobierno ante los comicios generales del 14 de marzo. Para los directivos de los medios audiovisuales, los informativos han dejado de ser la columna vertebral de las cadenas y sus contenidos están a menudo supeditados a la consecución de grandes audiencias.

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Para mitigar estos síntomas, los directivos de las distintas televisiones plantearon la necesidad de celebrar debates electorales ante las cámaras. El director de informativos de Tele 5, Juan Pedro Valentín, anunció que su cadena ha cursado una petición formal al candidato del PP, Mariano Rajoy, y del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, para la celebración de un cara a cara en la cadena privada.

Valentín fue uno de los participantes en el debate titulado ¿Adónde van los informativos?, organizado por CNN+ con motivo del quinto aniversario de la cadena de información continua creada por Sogecable y Turner Broadcasting, que se cumplió ayer. En el coloquio participaron también el director general de la radiotelevisión de Castilla-La Mancha, Jordi García Candau; su homólogo de Telemadrid, Manuel Soriano; el periodista de Antena 3 Pedro Piqueras; el crítico de Vocento José Javier Esparza; el catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona Emili Prado; el director de Informe semanal, Baltasar Magro; el director de la Escuela de Periodismo EL PAÍS-UAM, Joaquín Estefanía, y el jefe de informativos de CNN+, Antonio San José.

El director general de CNN+, Francisco G. Basterra, que asumió el papel de moderador, señaló que da una cierta "vergüenza profesional" que durante la campaña electoral no se celebren debates y que los partidos se amparen en falsas leyes electorales para eludirlos. Candau recordó que no existen restricciones para un cara a cara, a la vista del precedente de 1993, cuando Felipe González y José María Aznar protagonizaron sendos debates en Antena 3 y Tele 5. Admitió que un formato a dos sería más difícil en la televisión pública y animó a los políticos populares a "mirarse en el espejo" de Estados Unidos, donde las campañas electorales pivotan sobre los debates televisivos. "Son inexcusables", y eludirlos supone un "déficit democrático y un retroceso respecto a hace 11 años", apuntó Antonio San José.

"Imprescindibles"

Emili Prado apostó decididamente por estos formatos audiovisuales. "Por salud democrática, los debates son imprescindibles", dijo. En la misma dirección se pronunció Joaquín Estefanía al asegurar que son un síntoma de "calidad democrática", y propuso que sean obligatorios por ley.

Más cauto se mostró Manuel Soriano, para quien el desenlace de los debates es producto de "una estrategia política" que interesa a unos partidos y no interesa otros.

En términos generales, los participantes lamentaron la creciente banalización y trivialización de la televisión. Piqueras criticó el estilo "cada vez más frívolo y soez" de los contenidos, dominados por la proliferación de insultos. Echó en falta los telediarios "de autor" de otros tiempos y que los actuales formatos se apoyen en la misma fórmula que en 1972 ("presentador, vídeo, presentador, vídeo"...). El periodista de Antena 3 criticó que en la actualidad se prime "una forma de aparecer en pantalla con rostro angelical antes que la propia información".

Candau sostuvo que la televisión de los últimos años de la dictadura franquista era "mejor que la actual". "Otra cosa", matizó, "era la información, donde no existía libertad". En su opinión, la oferta televisiva se ha deteriorado gravemente tanto en las cadenas públicas como en las privadas. Respecto a los informativos, subrayó que están más pendientes de los resultados de Sofres (la empresa que mide las audiencias) que de los contenidos, y puso de relieve la invasión de noticias morbosas y la pérdida de rigor a la hora de aplicar criterios profesionales.

Para Prado, los infoshows han propiciado el dominio de informativos "amarillos y rosas", donde predominan los sucesos y los acontecimientos escabrosos, aunque advirtió un cambio de tendencia en Europa con el renacimiento de grandes reportajes de investigación y documentales creativos.

Estefanía apuntó que los grandes problemas de los medios de comunicación son deontológicos, de credibilidad y de objetivos. Expresó su preocupación por el intervencionismo de los poderes políticos o empresariales y la creciente tendencia a la autocensura, el amarillismo y la ausencia de debates sobre periodismo en las redacciones de los propios medios.

De izquierda a derecha, José Javier Esparza, Emili Prado, Pedro Piqueras, Juan Pedro Valentín, Antonio San José y Joaquín Estefanía. Sentados: Baltasar Magro, Manuel Soriano, Francisco G. Basterra y Jordi García Candau. 

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De izquierda a derecha, José Javier Esparza, Emili Prado, Pedro Piqueras, Juan Pedro Valentín, Antonio San José y Joaquín Estefanía. Sentados: Baltasar Magro, Manuel Soriano, Francisco G. Basterra y Jordi García Candau. /LUIS MAGÁN

El modelo de la BBC

La autocrítica presidió el foro de debate sobre el futuro de los informativos organizado ayer por la cadena todo noticias CNN+. Y uno de los más severos en este ejercicio fue el director del programa de Televisión Española Informe semanal, Baltasar Magro, para quien en los últimos años el modelo audiovisual ha girado en torno a "una televisión muy potente que lo ha contaminado todo y contamina el mercado", al detraer un alto volumen de recursos publicitarios.

Magro confesó que le gustaría que RTVE se asemejara al modelo de la BBC (la cadena pública británica), donde la información "se enfrenta al propio Gobierno", y desempeñara un papel de servicio público. Durante su intervención echó en falta un mayor número de programas informativos dedicados a analizar y debatir "las grandes cuestiones" y, sobre todo, la escasez de espacios informativos en el horario de máxima audiencia. En su opinión, los programadores rehúyen la información porque consideran que no tiene suficiente atractivo.

Para el director de Informe semanal, las televisiones públicas deberían abrir un camino hacia la creatividad. "Puede que otras cadenas los copiaran".

Juan Pedro Valentín aseguró que el abundante caudal de sucesos ha sido un lastre para los informativos, aunque quiso dejar claro que su cadena (Tele 5) decidió reducir estos contenidos tras "muchos debates internos". También se mostró en contra de los cortes publicitarios de los telediarios. "Es un sacrilegio. La información no debería tener contaminación publicitaria", aseguró.

El crítico del grupo Vocento (editor del diario Abc) José Javier Esparza aportó la visión del espectador y constató que los informativos han dejado de ser "la joya de la corona" de las distintas cadenas y han sucumbido ante el poder de las audiencias. Para Esparza, la televisión era en otros tiempos un medio de periodistas, pero hoy se ha convertido en "puro entretenimiento".

Con cierta dosis de nostalgia, Valentín apuntó que hace años los informativos "vertebraban" las cadenas de televisión y tenían en su mano la capacidad de romper la programación.

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