La industria española ha reducido 20 puntos su brecha con Europa
Un informe del BBVA destaca los desequilibrios territoriales
La democracia ha favorecido la actividad industrial en España. La producción industrial española ha estrechado 20 puntos la brecha que mantiene con los principales países europeos desde 1975, hasta representar el 80% de la media. Así lo recoge el Atlas de la industrialización de España 1750-2000, presentado ayer en Madrid por el BBVA. El informe destaca también los desequilibrios territoriales, al concentrar Barcelona y Madrid el 31% de la actividad.
La industria española ha vivido una época de esplendor con la transición política y la entrada en la Unión Europea. Este impulso ha permitido que España recorte sus diferencias con las principales economías europeas en los últimos 25 años. Es la principal conclusión del Atlas de la industrialización de España 1750-2000, presentado ayer en la Fundación BBVA de Madrid. La producción industrial per cápita representaba en 1975 un 60% de la media de las cuatro principales locomotoras europeas (Reino Unido, Francia, Alemania e Italia). En 1998, el porcentaje ascendía ya al 80%. Ese avance ha sido en España más intenso que en los países de su entorno, de forma que se han podido recortar distancias a un ritmo aproximado de un punto por año.
Pese a haber recortado las distancias con Europa, el ex gobernador del Banco de España Luis Ángel Rojo recordó en la presentación que también en ese periodo se produjo un proceso de reconversión industrial que ha adquirido "carácter permanente". Rojo subrayó que en la alta tecnología la economía española es aún "muy débil" y muestra "elementos significativos de retraso".
El presidente del BBVA, Francisco González, reforzó la idea de la innovación como una de las necesidades del siglo XXI. Aunque en las últimas décadas la industria ha sido el sector más dinámico de la economía, González advirtió de que se está desplazando hacia "la sociedad y la economía del conocimiento, el gran reto para los países avanzados". Además, destacó la contribución de la iniciativa privada en este proceso industrializador, que definió como "un cambio estructural sin precedentes en la economía y en la sociedad españolas".
El texto, editado por Crítica, repasa la historia de la industrialización desde mediados del siglo XVIII. El director del atlas, Jordi Nadal, subraya que este proceso avanzó "con dificultades" durante el siglo XIX, para desarrollarse en la década de los cincuenta y consolidarse definitivamente a partir de 1975, con el comienzo de la transición. Nadal reconoció ayer que España ha avanzado más deprisa que el resto de Europa, pero incidió en que faltan todavía 20 puntos para converger. El autor vaticina que las posibilidades de progreso en los próximos años será "muy pequeña".
Pese a los avances, la distribución de la producción industrial en España refleja algunos desequilibrios, según se incluye en el estudio. Las provincias de Barcelona y Madrid suman el 31% del valor añadido bruto (un concepto parecido al PIB pero que elimina todos los elementos no considerados productivos) de España. Si a esos dos territorios se suman Valencia y Vizcaya, el porcentaje asciende al 43%. Este desequilibrio es heredero de los contrastes acumulados durante más de un siglo de industrialización, hasta 1975.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.