Sin piso por pobres
La Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid considera que los solteros sin pareja no tienen necesidad de vivienda y por eso les dan menos oportunidades. Éste es nuestro caso: somos dos hermanas de 32 y 28 años, que tenemos un trabajo indefinido y, a pesar de ello, seguimos viviendo en casa de nuestros padres.
Con nuestro sueldo, de 900 euros al mes, tan sólo podemos comprar, eso sí con aval, un chamizo de 30 metros cuadrados y habitaciones sin ventanas. Así que ilusamente pretendemos acceder a una de las más de 700 viviendas que la EMV oferta en esta XIII convocatoria de venta de viviendas públicas.
Sin embargo, lo tenemos difícil: al ser personas sin pareja, únicamente nos dan puntos si solicitamos una casa de una sola habitación, pero de las siete promociones que hay, sólo tres ofrecen este tipo de viviendas y no especifican cuántas (tal vez sean dos para todos los que nos presentamos). Además, dos de las promociones son de suelo tasado, es decir, más caras incluso que las de dos dormitorios de protección pública; y aparte, en ninguno de estos dos tipos de promociones nos dan puntos porque cobramos poco.
En realidad, se dan más puntos cuanto más dinero se gana, es decir, cuanta menos necesidad de vivienda protegida se tiene. Y encima contamos con otra desventaja: al ser hermanas, no nos dejan pedir pisos juntas y, sin embargo, a los novios (aunque lleven dos meses juntos) sí, y además les dan más puntos. ¿Ésta es la fantástica política social de la que presume el señor Arenas? Pues si es así...
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