La Miguel Hernández une a la industria

La Universidad Miguel Hernández de Elche ha estrenado su nuevo Consejo Social, elegido en base a la nueva legislación universitaria. Este órgano, integrado por 22 personas, representa la normalización de la universidad más joven de la Comunidad Valenciana y la consolidación del trabajo realizado en los últimos seis años, según indicó su presidente, Emilio Cano.

"Nuestro principal objetivo será impulsar los lazos entre la Universidad Miguel Hernández y el sector productivo de la ciudad, como una de las formas de acercarse a la sociedad ilicitana, tal y como se exige por ley a los consejos sociales", señaló Cano.

Elche y su comarca está condicionada por un agente y, a la vez motor, económico común: la industria del calzado. Esta interrelación con la ciudad se establecerá también con la universidad, como principal objetivo del Consejo Social. En este sentido se expresó el representante de la Diputación y portavoz local del PP, Rafael Ramos: "La universidad va a cambiar la estructura de Elche como lo ha hecho a lo largo de la historia el sector del calzado en esta ciudad". Es por ello, según Ramos, que el Consejo Social está obligado a canalizar las relaciones entre el sector empresarial, la universidad y la sociedad ilicitana.

El presidente del Consejo Social descarta que los miembros del rectorado pierdan peso

Para el presidente del Consejo, "la nueva estructura no restará operatividad, puesto que más adelante se constituirán las comisiones más reducidas donde se hará el trabajo diario". Además, minimizó la reducción de peso específico de sectores netamente universitarios, como los alumnos o los miembros del equipo rectoral. Cano indicó que sus posiciones tendrán mayor peso "moral" como miembros natos del Consejo y como verdaderos protagonistas en la universidad.

El presidente de la patronal del calzado de la Comunidad Valenciana, Antonio Galiana y vocal del estamento universitario, reafirmó el interés del mundo empresarial por "invertir y apostar por esta universidad". Galiana apuntó que antes de la constitución del Consejo Social, el mundo empresarial mantuvo reuniones con el rector, Jesús Rodríguez Marín, para tratar de conectar ambas necesidades. "Hace falta nuevas carreras similares a las de los países competidores, como Italia. Un producto de calidad debe contar con profesionales cualificados en diseño, anatomía, comercialización y creatividad. La cualificación es lo que nos diferencia del pasado, cuando primaba el producto de batalla", señaló.

La concejal socialista y miembro del Consejo, Encarna Marco, apuntó en la misma dirección. "La primera preocupación del Ayuntamiento pasa por acercar a la universidad al tejido social y luego lograr que sea la universidad de la ciudad y la ciudad de la universidad". Marcos explicó que hay que hacer "útil" la universidad para la sociedad. "Para ello hay que establecer metas: la primera es atender la crisis del calzado, creando nuevas salidas profesionales que se adapten a los cambios del sector".

Esta inquietud queda reflejada en la constitución del Consejo Social. Las organizaciones empresariales están representadas en las personas de Modesto Crespo (presidente de IFA), Pilar González (Presidenta de Mujeres Empresarias), y Antonio Galiana. En calidad de vocales a propuesta del presidente están los empresarios de Reebok y Pikolinos, Francisco Borja y Juan Perán. El miembro nombrado por las Cámaras de Comercio es Juan Francisco Cerdán; de los Colegios Profesionales, José Ramón Sempere; y las representación sindical corre a cargo de Jesús Cañizares, Pascual Pascual y Manuel Soler. A estos se suman los representantes de la Consejería de Cultura: Andrés Ballester, Isabel Lerma y José Manuel Valero, así como un vocal de la Consejería de Industria, que representa Manuel Asín. Además de los ediles Ramos y Marcos. El Consejo de Gobierno propuso a Roberto Cremades, Jesús Pastor y Cristina Remio. El ente se completa con los cargos natos: el rector, Rodríguez Marín, el gerente, Rafael Gandía y el secretario general, Fermín Camacho.