David planta cara a Goliat

El gran capital ha topado en Cambrils (Baix Camp) con la oposición de las izquierdas, que dan ya por ganada una larga batalla con la promotora Med Group, financiada a través de un fondo de inversión del multimillonario americano y filántropo de origen húngaro George Soros. Esta sociedad pretende levantar un complejo residencial de 520 viviendas vinculadas a un campo de golf de 27 hoyos, hoteles y un centro de convenciones en el entorno del Parc Samà, una finca de 20 hectáreas situada entre Cambrils y Montbrió en la que existe un palacete de estilo colonial y un parque, obra del arquitecto Josep Fontserè. Se trata de un proyecto monumental, que precisa 180 millones de euros de inversión y supera en extensión a los dos núcleos históricos - el costero y el del interior- de Cambrils, población que crece a razón de 1.000 habitantes por año desde 1998 y que acaba de emprender una revisión de su planeamiento urbanístico que limitará la construcción de chalets y primará los pequeños bloques de pisos.

"No queremos una nueva ciudad", señala el concejal de Urbanismo, Joan Recasens (ERC), cada vez que le preguntan por qué Cambrils ha echado a perder una inversión de tal calibre, que hubiera representado un gancho más de atracción para un turismo de élite.

Con el complejo de Med Group, Cambrils se convertiría en un municipio más disgregado todavía, con urbanizaciones inconexas y unos servicios públicos muy caros de mantener, como la recogida de basura, el abastecimiento de agua y la policía municipal, cuyos efectivos habría que incrementar.La izquierda de Cambrils comenzó la batalla cuando estaba en la oposición. El PSC, ERC e ICV tenían un concejal menos que el equipo de gobierno, integrado por CiU, el PP y un independiente. En 2000, el anterior gobierno municipal modificó el plan general para permitir el complejo de Med Group. Esto unió a la oposición y una crisis en el equipo de gobierno favoreció que el edil independiente cambiase de bando: moción de censura y la alcaldía para el PSC. Eso fue hace un año.

A pocos meses de las elecciones municipales, la nueva coalición aparcó la tramitación del proyecto de Med Group hasta después de mayo y la empresa recurrió a la Generalitat para que asumiera una tarea que el Ayuntamiento se negaba a hacer. El entonces consejero de Política Territorial, Felip Puig, defendió públicamente el proyecto después de unas municipales en las que las izquierdas vencieron en Cambrils por goleada.

Contencioso institucional

El enfrentamiento institucional estaba servido y la Comisión Provincial de Urbanismo fue aprobando, uno a uno, los trámites del proyecto. Mientras, el Ayuntamiento contrataba a un abogado para defenderse de lo que consideró una apropiación indebida de competencias. Ese abogado se llamaba Salvador Milà. Hoy es el consejero de Medio Ambiente.

Durante el verano pasado, el Ayuntamiento de Cambrils presentó un contencioso contra el Gobierno catalán por asumir la tramitación del proyecto y, paralelamente, volvió a modificar su plan general para dejar sin efecto el "urbanismo a la carta" que según el alcalde, Robert Benaiges (PSC), practicó el antiguo consistorio. Med Group, con la que Benaiges ha intentado, sin éxito, negociar a la baja la dimensión del proyecto, ha demandado al Ayuntamiento. Consideran vulnerados sus derechos, y más aún cuando en uno de los últimos números del Diari Oficial de la Generalitat de 2003 (DOGC) se publicó la aprobación definitiva del complejo residencial. Días antes, el mismo DOGC había publicado la modificación del plan general del municipio, que impide a Med Group realizar el proyecto tal como está hoy.

Ni Medio Ambiente ni Política Territorial se pronuncian, pero el delegado de la Generalitat en Tarragona, Xavier Sabaté (PSC), asume los postulados del consistorio de Cambrils y señala que tratará de evitar que el caso se decida en los tribunales. "Es uno de los principales temas que abordaré de inmediato con Joaquim Nadal", asegura Sabaté.

La compañía, por su parte, ha solicitado infructuosamente al Ayuntamiento la licencia para comenzar las obras. En el consistorio lo interpretan como un paso previo a demandarles por no dejarles construir un proyecto que tiene todas las aprobaciones.

Tras el conflicto subyacen dos visiones opuestas del turismo. La de Med Group, que quiere repetir en Cambrils los éxitos logrados en dos urbanizaciones en Reus (Aigüesverds) y en Mont-roig (Bonmont), ambas ubicadas a menos de 10 minutos del Parc Samà y las dos con campos de golf. Y la de la izquierda de Cambrils, que ve con recelo construcciones para clientes elitistas que tendrían todos los servicios en su urbanización y, por tanto, aportarían poco a la economía local.