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EU ve "aberrante" suavizar el protocolo de Kioto a las azulejeras

El apoyo del Consell a las demandas del sector azulejero para que se suavice la aplicación del protocolo de Kioto -sobre reducción de la emisión de gases a la atmósfera- a esta industria fue calificado ayer por Esquerra Unida de "aberrante". La coordinadora general de esta formación, Glòria Marcos, aseguró, en respuesta al pronunciamiento del Consell, que "no se puede jugar con la salud a cambio de negocio". "La solución no pasa por facilitar barra libre y dar por buenas a la primera de cambio las peticiones de la patronal cerámica porque la emisión de gases es un problema grave con fuertes implicaciones en la salud pública", manifestó la coordinadora general

Marcos aseguró que EU no está de acuerdo con que los empresarios sean los únicos que asuman los costes de su adaptación al protocolo, pero afirmó que existen otros medios distintos a la flexibilización del protocolo para cumplir con los compromisos de Kioto. "Apostamos por el respaldo del sector público a las empresas para que reduzcan el impacto medioambiental, evitando así que la adecuación ponga en peligro los puestos de trabajo y afecte a la rentabilidad de la industria azulejera", propuso la dirigente de EU.

Marcos acusó al Gobierno español y también al autonómico de "claudicar" de sus responsabilidades, adoptando una postura populista. La coordinadora general recordó que el protocolo establece una reducción de las emisiones de gases que no supere el 15% de lo que se liberaba a la atmósfera en el año 1990. "Sin embargo", agregó, "ahora mismo estamos en el 38% del conjunto del Estado, como recuerdan las organizaciones ecologistas".

La dirigente denunció la falta de voluntad política de los gobiernos del PP por buscar una solución que no suponga flexibilizar o suavizar la aplicación del protocolo internacional.

Otra cuestión, a juicio de Marcos, es la falta de recursos económicos del Consell que "no tiene dinero para afrontar los problemas verdaderamente importantes, como la renovación tecnológica de las empresas porque los pocos recursos económicos de los que dispone se destinan a proyectos estúpidos e innecesarios como el aeropuerto de Castellón".

La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) asegura que la aplicación de Kioto elevaría en un 34% los costes de producción y obligaría al cierre del 20% de las empresas, con la pérdida de 6.000 puestos de trabajo.

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