Rajoy destaca en Valencia que puede defender el PHN en toda España, a diferencia del PSOE

Carlos Fabra no asiste al primer acto electoral, que revela la división del PP valenciano

Valencia - 23 ene 2004 - 00:00CET

El secretario general del PP y candidato a presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aprovechó ayer el acto celebrado en Valencia, donde abrió campaña, para atacar al PSOE. Y lo hizo al abordar, entre otras, dos cuestiones que afectan a los socialistas valencianos: el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y la situación en que ha quedado el teórico responsable del área económica del PSOE, Jordi Sevilla. Rajoy afirmó que mientras él puede defender igual el PHN en Valencia que en Aragón, en Cataluña o en Murcia, los socialistas dicen una cosa en cada sitio. Carlos Fabra no asistió.

Mariano Rajoy cerró ayer el primer foro sectorial electoral del PP, celebrado en el museo Príncipe Felipe y que se centró en cuestiones de seguridad ciudadana y justicia. El candidato a suceder a José María Aznar, que presentó el programa del PP en materia de seguridad ciudadana y justicia, aprovechó su primer acto electoral para atacar al PSOE, que "no es un partido nacional". Lo dijo después de anunciar su proyecto de fortalecer el Tribunal Supremo, que contrapuso a la propuesta del PSOE de que los tribunales superiores autonómicos sean de última instancia. Según Rajoy, propuestas socialistas como ésa o como la de crear agencias tributarias autonómicas "en el fondo cuelgan de la misma percha, la falta de convicciones sobre un modelo de Estado". Y eso, según Rajoy, impide mantener un discurso homogéneo en cuestiones como el PHN.

"Como candidato de un partido nacional que pretende gobernar para toda España, voy a decir lo mismo en toda España", dijo Rajoy. "Sé que en unos sitios gusta más y en otros gusta menos pero es imposible gobernar pretendiendo quedar bien con todos". Así, anunció que defenderá por igual el PHN en Valencia y en Aragón. "Entre otras cosas, porque tengo la firme convicción de que el PHN es bueno para la Comunidad Valenciana y Murcia y es bueno para Aragón", añadió, "lo digo aquí [en Valencia] y lo diré en Aragón dentro de unos días". En cambio, "otros", dijo en referencia al PSOE, dicen en Aragón "no al trasvase"; en Cataluña "el trasvase para Barcelona"; en Valencia "a Castellón, pero lo de Valencia y Alicante lo vamos a arreglar vía Castilla-La Mancha, mientras que en Castilla-La Mancha dicen que ni hablar"; y en Andalucía "que se cumpla el PHN".

Rajoy también mencionó la situación en que ha quedado el responsable federal de economía del PSOE, Jordi Sevilla, que ha sido apartado para dejar paso a un "consultor".

En relación con el PHN, los Gobiernos de Aragón y Cataluña firmaron ayer en Mequinenza una declaración de intenciones por la que se comprometen a defender la unidad de la cuenca del Ebro, la preservación y recuperación de su estado ecológico y el uso eficiente del agua frente a las amenazas que, como el trasvase, cercenan, a su juicio, las posibilidades de futuro.

Michavila será el número dos

El ministro de Justicia, José María Michavila, confirmó ayer, poco antes del acto del museo Príncipe Felipe, que será el número 2 de la lista del PP al Congreso por Valencia, que encabezará Eduardo Zaplana. El actual portavoz del Gobierno central elogió a Michavila. Fue prácticamente el único gesto de aproximación destacable en el evidente clima de enfrentamiento interno entre los populares valencianos, por más que en la tribuna Michavila asegurara que el PP valenciano tiene equipos, personas e ideas "que han demostrado unidad".

Porque el acto organizado ayer por el PP confirmó de nuevo las diferencias entre los partidarios de Zaplana, presidente regional del partido, y los seguidores del presidente de la Generalitat, Francisco Camps. La propia escenografía del acto, organizado por el aparato del partido -que controla Zaplana-, evidenció esas diferencias: los valencianos colocados en los lugares de honor eran todos zaplanistas. Significados partidarios de Camps, como Esteban González Pons, siguieron el acto de pie. Por otra parte, después de un primer momento en que Zaplana, sentado entre Camps y Acebes, cruzó algunas palabras con el presidente, el ministro abandonó su sitio. Cuando volvió poco después, se sentó entre Acebes y Michavila. Camps apareció en todo momento con un semblante muy serio.

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