El polémico humor de los Farrelly vuelve a las pantallas

Coronados como los reyes del humor más soez gracias a títulos como Dos tontos muy tontos, Algo pasa con Mary o Yo, yo mismo e

Irene

, el nombre de los hermanos Peter y Bobby Farrelly es sinónimo de mal gusto. Conocidos por gags como llenar de esperma el flequillo de Cameron Díaz en Algo pasa con

Mary, su última película, Pegado a ti, que hoy se estrena en España, narra la historia de dos hermanos siameses unidos por la cintura que comparten el mismo hígado pero se dejan llevar por diferentes pasiones: uno, deseoso de pasar inadvertido, mientras que el otro quiere buscar la fama y la fortuna en Hollywood. "Yo también tuve mis dudas ante una idea con la que podíamos cruzar la línea de lo inapropiado, del mal gusto", reflexiona Matt Damon, protagonista, junto con Greg Kinnear, de esta comedia. "Pero los Farrelly son tan buena gente que, lejos de espantar a la audiencia, ésta es una película que te hace sentir bien", añade.

Con Meryl Streep y Cher en el reparto, la nueva película de esta pareja de directores nacidos en Rhode Island (EE UU) no suaviza su humor. La historia combina las buenas intenciones con el mal gusto en un filme lleno de minusválidos físicos y mentales. "No hacemos nada que no hayan hecho W. C. Fields o Charlie Chaplin", asegura Peter Farrelly, de 46 años. "Está claro que el campo de la comedia no ha ido a mejor", agrega en este sentido la realizadora Nancy Meyers, directora, entre otras, de la comedia romántica Something's gotta

give, que protagonizan este año Diane Keaton y Jack Nicholson. Para ella, los años dorados en lo que al humor se refiere quedaron atrás, en la década de los cuarenta y cincuenta. Una inocencia perdida que está muy lejos del humor que añoran los Farrelly, más en la línea de clásicos de los setenta como Animal house y Sillas de montar calientes. "No creo que sea el humor lo que evoluciona. El cambio está en lo que hace reír al público, y en la actualidad ha cruzado cualquier frontera", asegura Kinnear.

Un humor más taquillero, pero también el más ofensivo, con airadas protestas incluso dentro de Hollywood, donde actrices como Carnie Wilson o Camrym Manheim criticaron con dureza el anterior estreno de los Farrelly, Amor ciego, por la imagen que daba de las mujeres gordas. Según ellos, han ido rompiendo barreras con sus películas y creando un campo de cultivo apropiado para otras como American pie o Los padres de ella. Para Mike Myers, creador de Austin powers o del ogro de Shrek, no hay humor sucio sino mentes retorcidas. "Un chiste es tan grosero como el que así se lo toma", afirma, defendiendo la inocencia de un dibujo animado como el de Bugs Bunny, el protagonista del humor más subversivo. Un humor que, lejos de estar tocando fondo, tiene nuevas municiones, como la película The ringer, que los Farrelly están produciendo, centrada en un intento de amañar los Juegos Paralímpicos. Como recuerda Greg Kinnear, una vez más no habrá ofensa posible porque, sin ningún cinismo en su trama, en las películas de los Farrelly los disminuidos de los que te estás riendo son también los héroes de la historia. Aunque siempre hay límites, como la única condición que puso Woody Allen cuando le ofrecieron interpretar Pegado a ti junto a Jim Carrey. "Woody nos dijo que le encantaba el guión y que haría lo que quisiéramos menos sentarse en la taza del inodoro", recuerdan.